Cada blockchain enfrenta el mismo desafío existencial.
¿Cómo llegar al próximo mil millones de usuarios cuando la tecnología todavía pide a las personas entender frases de semillas, gestionar claves privadas, navegar por interfaces desconocidas y confiar en sistemas que realmente no entienden?
Sabemos por qué la adopción ha sido difícil.
Pero la verdad es que estamos en un punto de inflexión.
La tecnología ha madurado, la infraestructura está lista y el entorno regulatorio, aunque no perfecto, se está aclarando.
Esta es la fase en la que las blockchains comienzan a ocupar su lugar real. Donde
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