El gobierno del estado de Connecticut ha emitido órdenes de cese y desistimiento contra los operadores de mercados de predicción Robinhood y Kalshi, acusando a estas plataformas de operar ilegalmente negocios de apuestas en línea en el estado y exigiendo que cesen de inmediato la oferta de contratos sobre eventos deportivos. Robinhood respondió rápidamente, invocando al regulador federal CFTC como “escudo protector” y subrayando que sus contratos de eventos están sometidos a estricta supervisión federal, constituyendo productos financieros derivados legales y no apuestas.
Tres grandes acusaciones del estado de Connecticut: operar sin licencia, violar políticas, ofrecer servicios a menores de edad
(Fuente: página web del gobierno del estado de Connecticut)
El director del Departamento de Protección al Consumidor de Connecticut, Bryan T. Cafferelli, enumeró en una declaración las tres principales acusaciones contra Robinhood y Kalshi. Primero, ninguna de estas entidades ha obtenido la licencia necesaria para ofrecer servicios de apuestas en Connecticut. En el estado, cualquier actividad que implique apuestas de dinero sobre resultados debe contar con una licencia de juego expedida por el gobierno estatal, licencia que Robinhood y Kalshi ni han solicitado ni obtenido.
En segundo lugar, incluso si tuvieran licencia, sus contratos violarían muchas otras leyes y políticas del estado. Connecticut impone estrictas limitaciones sobre las actividades de juego, como límites en la cantidad apostada, edad mínima para participar y medidas de prevención de la ludopatía. El gobierno estatal considera que el diseño de los contratos y la operativa de los mercados de predicción no cumplen con estos requisitos, por lo que ni siquiera con licencia podrían operar legalmente.
En tercer lugar, la acusación más grave es la de ofrecer servicios de apuestas a menores de 21 años. La ley de Connecticut establece la edad mínima de 21 años para participar en actividades de juego, con el fin de proteger a los menores de los riesgos de adicción. Si Robinhood y Kalshi tienen deficiencias en el registro y la verificación de edad de sus usuarios, permitiendo el acceso de menores a sus mercados de predicción, estarían incurriendo en una grave infracción legal.
Las tres grandes acusaciones legales de Connecticut contra las plataformas de mercados de predicción
Operar sin licencia: ofrecer servicios de apuestas deportivas sin la licencia de juego estatal
Violación de las políticas de juego: el diseño de los contratos y la operativa no cumplen con los requisitos legales del estado
Ofrecer servicios a menores: deficiencias en la verificación de edad permiten la participación de menores de 21 años
Según la notificación emitida por el estado, Robinhood y Kalshi deben cesar de inmediato la promoción, oferta y publicidad de cualquier tipo de contrato o actividad de apuestas en línea no autorizada a residentes de Connecticut, bajo amenaza de sanciones civiles e incluso penales. Este nivel de severidad es poco habitual: las “sanciones penales” implican que los directivos de la empresa podrían enfrentar responsabilidad personal, no solo multas para la empresa.
El comunicado especifica que actualmente sólo hay tres operadores con licencia legal y derecho a operar apuestas deportivas en Connecticut: DraftKings (a través de Foxwoods), FanDuel (a través de Mohegan Sun) y Fanatics (a través de la lotería estatal). Estas tres son empresas tradicionales de apuestas deportivas, que colaboran con casinos o entidades gubernamentales bajo un estricto marco regulatorio. El mensaje implícito del estado es: para ofrecer apuestas deportivas en Connecticut, hay que obtener licencia oficial y someterse a una supervisión integral, como hacen estas tres compañías.
La defensa de Robinhood sobre la jurisdicción federal y su dilema legal
Ante las acusaciones estatales, el gigante de los brókeres en línea Robinhood reaccionó rápidamente invocando el “escudo federal”. Un portavoz de Robinhood declaró: “Como siempre hemos sostenido, los contratos de eventos de Robinhood están sometidos a la estricta regulación de la Comisión de Negociación de Futuros de Materias Primas (CFTC), y son ofrecidos a través de la entidad registrada Robinhood Derivatives, permitiendo a los minoristas participar en mercados de predicción en un entorno seguro y conforme”.
El núcleo de esta defensa es la primacía de la jurisdicción federal. La CFTC es un organismo federal encargado de la regulación de los mercados de futuros y derivados. Robinhood sostiene que sus contratos de eventos son instrumentos financieros derivados, no apuestas, por lo que deben regirse por el marco federal de la CFTC y no por la legislación estatal sobre el juego. En el sistema legal estadounidense, la ley federal suele prevalecer en caso de conflicto con la ley estatal.
Robinhood Derivatives es una entidad registrada creada específicamente por Robinhood y cuenta con la licencia de Mercado de Contratos Designado (DCM) de la CFTC. Esta licencia le permite ofrecer negociación de contratos derivados, incluidos los contratos de eventos. Desde el punto de vista legal, la estructura de Robinhood busca claramente posicionar los mercados de predicción como productos derivados financieros, no como apuestas.
Sin embargo, el gobierno de Connecticut no acepta este argumento. Su postura es que, independientemente de su presentación, permitir a los usuarios apostar dinero sobre el resultado de eventos deportivos es, en esencia, una apuesta deportiva. La supervisión de la CFTC no puede anular el derecho del estado a regular las actividades de juego dentro de su territorio. Este conflicto entre las competencias federal y estatal podría terminar siendo resuelto por los tribunales federales.
En otras palabras, Robinhood sostiene que opera un mercado de derivados financieros legales, no apuestas como sostiene el gobierno de Connecticut. Esta disputa sobre la naturaleza del producto es el núcleo de todo el caso. Si los tribunales determinan que los mercados de predicción son instrumentos financieros derivados, Robinhood y Kalshi quedarán bajo la supervisión federal de la CFTC y el estado no tendrá autoridad sobre ellos. Si se considera que son apuestas, deberán respetar las leyes estatales, y operar sin licencia sería ilegal.
Kalshi, por su parte, aún no ha respondido oficialmente. Su caso podría ser más complejo, ya que es una plataforma de mercados de predicción pura, a diferencia de Robinhood, que opera también con acciones y criptomonedas. El modelo de negocio de Kalshi se basa íntegramente en los mercados de predicción, por lo que una calificación como juego y la prohibición en varios estados supondría un golpe potencialmente letal para su actividad.
La crisis existencial de los mercados de predicción: innovación financiera vs regulación del juego
Este caso pone de relieve el dilema regulatorio fundamental que afronta la industria de los mercados de predicción. A nivel federal, la CFTC los considera mercados de derivados y ha autorizado a varias plataformas para operar. A nivel estatal, muchos gobiernos ven estos mercados como apuestas deportivas encubiertas y exigen el cumplimiento de la legislación sobre el juego. Esta inconsistencia entre la regulación federal y estatal sitúa a las plataformas de mercados de predicción en una zona legal gris.
La frontera entre los mercados de predicción y el juego tradicional es ciertamente difusa. Ambos implican apostar dinero sobre resultados futuros con la posibilidad de ganar premios, por lo que funcionalmente son muy similares. Las plataformas de mercados de predicción insisten en que las diferencias radican en que los participantes expresan previsiones y no simples apuestas, en que la función de descubrimiento de precios aporta valor informativo, y en que utilizan mecanismos de mercado financiero y no cuotas fijas. Sin embargo, persiste la controversia sobre si estas diferencias bastan legalmente para distinguirlos del juego.
La acción de Connecticut podría tener efecto dominó. Si otros estados siguen su ejemplo, Robinhood y Kalshi podrían verse obligados a adaptar su modelo de negocio en todo el país, solicitando licencias de juego estado por estado o retirándose del mercado de contratos deportivos por completo. Esto supondría un duro golpe para la industria, ya que los eventos deportivos son una de las categorías de predicción más populares y generan gran parte del volumen y los ingresos.
Tres grandes desafíos regulatorios para los mercados de predicción
Disputa sobre la naturaleza jurídica: falta de definición legal clara sobre si son derivados financieros o actividades de juego
Conflicto entre federación y estados: cómo resolver la contradicción entre la aprobación de la CFTC y la prohibición estatal
Coste de las licencias: la necesidad de solicitar licencias de juego estado por estado dispararía los costes de cumplimiento
Desde la perspectiva del desarrollo sectorial, un marco regulatorio claro es esencial para la salud a largo plazo de los mercados de predicción. La incertidumbre legal actual expone a plataformas, inversores y usuarios a riesgos. Si el Congreso aprobase una legislación federal específica para los mercados de predicción, clarificando su estatus y los estándares regulatorios, proporcionaría un entorno estable para el crecimiento del sector. De lo contrario, el tira y afloja entre reguladores estatales y federales podría prolongarse durante años, obstaculizando la innovación y perjudicando a los usuarios.
Ver originales
Última edición en 2025-12-05 06:01:25
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
¿Se considera apuestas el mercado de predicciones? Connecticut ordena el cierre de Robinhood y Kalshi, desatando una guerra regulatoria
El gobierno del estado de Connecticut ha emitido órdenes de cese y desistimiento contra los operadores de mercados de predicción Robinhood y Kalshi, acusando a estas plataformas de operar ilegalmente negocios de apuestas en línea en el estado y exigiendo que cesen de inmediato la oferta de contratos sobre eventos deportivos. Robinhood respondió rápidamente, invocando al regulador federal CFTC como “escudo protector” y subrayando que sus contratos de eventos están sometidos a estricta supervisión federal, constituyendo productos financieros derivados legales y no apuestas.
Tres grandes acusaciones del estado de Connecticut: operar sin licencia, violar políticas, ofrecer servicios a menores de edad
(Fuente: página web del gobierno del estado de Connecticut)
El director del Departamento de Protección al Consumidor de Connecticut, Bryan T. Cafferelli, enumeró en una declaración las tres principales acusaciones contra Robinhood y Kalshi. Primero, ninguna de estas entidades ha obtenido la licencia necesaria para ofrecer servicios de apuestas en Connecticut. En el estado, cualquier actividad que implique apuestas de dinero sobre resultados debe contar con una licencia de juego expedida por el gobierno estatal, licencia que Robinhood y Kalshi ni han solicitado ni obtenido.
En segundo lugar, incluso si tuvieran licencia, sus contratos violarían muchas otras leyes y políticas del estado. Connecticut impone estrictas limitaciones sobre las actividades de juego, como límites en la cantidad apostada, edad mínima para participar y medidas de prevención de la ludopatía. El gobierno estatal considera que el diseño de los contratos y la operativa de los mercados de predicción no cumplen con estos requisitos, por lo que ni siquiera con licencia podrían operar legalmente.
En tercer lugar, la acusación más grave es la de ofrecer servicios de apuestas a menores de 21 años. La ley de Connecticut establece la edad mínima de 21 años para participar en actividades de juego, con el fin de proteger a los menores de los riesgos de adicción. Si Robinhood y Kalshi tienen deficiencias en el registro y la verificación de edad de sus usuarios, permitiendo el acceso de menores a sus mercados de predicción, estarían incurriendo en una grave infracción legal.
Las tres grandes acusaciones legales de Connecticut contra las plataformas de mercados de predicción
Operar sin licencia: ofrecer servicios de apuestas deportivas sin la licencia de juego estatal
Violación de las políticas de juego: el diseño de los contratos y la operativa no cumplen con los requisitos legales del estado
Ofrecer servicios a menores: deficiencias en la verificación de edad permiten la participación de menores de 21 años
Según la notificación emitida por el estado, Robinhood y Kalshi deben cesar de inmediato la promoción, oferta y publicidad de cualquier tipo de contrato o actividad de apuestas en línea no autorizada a residentes de Connecticut, bajo amenaza de sanciones civiles e incluso penales. Este nivel de severidad es poco habitual: las “sanciones penales” implican que los directivos de la empresa podrían enfrentar responsabilidad personal, no solo multas para la empresa.
El comunicado especifica que actualmente sólo hay tres operadores con licencia legal y derecho a operar apuestas deportivas en Connecticut: DraftKings (a través de Foxwoods), FanDuel (a través de Mohegan Sun) y Fanatics (a través de la lotería estatal). Estas tres son empresas tradicionales de apuestas deportivas, que colaboran con casinos o entidades gubernamentales bajo un estricto marco regulatorio. El mensaje implícito del estado es: para ofrecer apuestas deportivas en Connecticut, hay que obtener licencia oficial y someterse a una supervisión integral, como hacen estas tres compañías.
La defensa de Robinhood sobre la jurisdicción federal y su dilema legal
Ante las acusaciones estatales, el gigante de los brókeres en línea Robinhood reaccionó rápidamente invocando el “escudo federal”. Un portavoz de Robinhood declaró: “Como siempre hemos sostenido, los contratos de eventos de Robinhood están sometidos a la estricta regulación de la Comisión de Negociación de Futuros de Materias Primas (CFTC), y son ofrecidos a través de la entidad registrada Robinhood Derivatives, permitiendo a los minoristas participar en mercados de predicción en un entorno seguro y conforme”.
El núcleo de esta defensa es la primacía de la jurisdicción federal. La CFTC es un organismo federal encargado de la regulación de los mercados de futuros y derivados. Robinhood sostiene que sus contratos de eventos son instrumentos financieros derivados, no apuestas, por lo que deben regirse por el marco federal de la CFTC y no por la legislación estatal sobre el juego. En el sistema legal estadounidense, la ley federal suele prevalecer en caso de conflicto con la ley estatal.
Robinhood Derivatives es una entidad registrada creada específicamente por Robinhood y cuenta con la licencia de Mercado de Contratos Designado (DCM) de la CFTC. Esta licencia le permite ofrecer negociación de contratos derivados, incluidos los contratos de eventos. Desde el punto de vista legal, la estructura de Robinhood busca claramente posicionar los mercados de predicción como productos derivados financieros, no como apuestas.
Sin embargo, el gobierno de Connecticut no acepta este argumento. Su postura es que, independientemente de su presentación, permitir a los usuarios apostar dinero sobre el resultado de eventos deportivos es, en esencia, una apuesta deportiva. La supervisión de la CFTC no puede anular el derecho del estado a regular las actividades de juego dentro de su territorio. Este conflicto entre las competencias federal y estatal podría terminar siendo resuelto por los tribunales federales.
En otras palabras, Robinhood sostiene que opera un mercado de derivados financieros legales, no apuestas como sostiene el gobierno de Connecticut. Esta disputa sobre la naturaleza del producto es el núcleo de todo el caso. Si los tribunales determinan que los mercados de predicción son instrumentos financieros derivados, Robinhood y Kalshi quedarán bajo la supervisión federal de la CFTC y el estado no tendrá autoridad sobre ellos. Si se considera que son apuestas, deberán respetar las leyes estatales, y operar sin licencia sería ilegal.
Kalshi, por su parte, aún no ha respondido oficialmente. Su caso podría ser más complejo, ya que es una plataforma de mercados de predicción pura, a diferencia de Robinhood, que opera también con acciones y criptomonedas. El modelo de negocio de Kalshi se basa íntegramente en los mercados de predicción, por lo que una calificación como juego y la prohibición en varios estados supondría un golpe potencialmente letal para su actividad.
La crisis existencial de los mercados de predicción: innovación financiera vs regulación del juego
Este caso pone de relieve el dilema regulatorio fundamental que afronta la industria de los mercados de predicción. A nivel federal, la CFTC los considera mercados de derivados y ha autorizado a varias plataformas para operar. A nivel estatal, muchos gobiernos ven estos mercados como apuestas deportivas encubiertas y exigen el cumplimiento de la legislación sobre el juego. Esta inconsistencia entre la regulación federal y estatal sitúa a las plataformas de mercados de predicción en una zona legal gris.
La frontera entre los mercados de predicción y el juego tradicional es ciertamente difusa. Ambos implican apostar dinero sobre resultados futuros con la posibilidad de ganar premios, por lo que funcionalmente son muy similares. Las plataformas de mercados de predicción insisten en que las diferencias radican en que los participantes expresan previsiones y no simples apuestas, en que la función de descubrimiento de precios aporta valor informativo, y en que utilizan mecanismos de mercado financiero y no cuotas fijas. Sin embargo, persiste la controversia sobre si estas diferencias bastan legalmente para distinguirlos del juego.
La acción de Connecticut podría tener efecto dominó. Si otros estados siguen su ejemplo, Robinhood y Kalshi podrían verse obligados a adaptar su modelo de negocio en todo el país, solicitando licencias de juego estado por estado o retirándose del mercado de contratos deportivos por completo. Esto supondría un duro golpe para la industria, ya que los eventos deportivos son una de las categorías de predicción más populares y generan gran parte del volumen y los ingresos.
Tres grandes desafíos regulatorios para los mercados de predicción
Disputa sobre la naturaleza jurídica: falta de definición legal clara sobre si son derivados financieros o actividades de juego
Conflicto entre federación y estados: cómo resolver la contradicción entre la aprobación de la CFTC y la prohibición estatal
Coste de las licencias: la necesidad de solicitar licencias de juego estado por estado dispararía los costes de cumplimiento
Desde la perspectiva del desarrollo sectorial, un marco regulatorio claro es esencial para la salud a largo plazo de los mercados de predicción. La incertidumbre legal actual expone a plataformas, inversores y usuarios a riesgos. Si el Congreso aprobase una legislación federal específica para los mercados de predicción, clarificando su estatus y los estándares regulatorios, proporcionaría un entorno estable para el crecimiento del sector. De lo contrario, el tira y afloja entre reguladores estatales y federales podría prolongarse durante años, obstaculizando la innovación y perjudicando a los usuarios.