Un alto ejecutivo de uno de los mayores gestores de activos de Estados Unidos acaba de criticar a Bitcoin, comparándolo con un objeto de colección digital Labubu. El comentario resalta el escepticismo persistente de los círculos de finanzas tradicionales hacia la adopción de criptomonedas. Aunque los actores institucionales siguen explorando los activos digitales, las principales firmas de gestión de patrimonio permanecen cautelosas a la hora de considerar Bitcoin como un vehículo de inversión serio. Este tipo de desprecio por parte de las instituciones financieras tradicionales refleja la tensión continua entre los paradigmas de las finanzas tradicionales y las finanzas descentralizadas.