Cuanto más lo pienso, más claro lo veo: el verdadero campo de batalla no está en cuántos miles de dólares suba el Bitcoin, sino en quién controla la capa de liquidación en la cadena.

Fíjate en la era de las finanzas tradicionales: la fortaleza del sistema del dólar radica, en esencia, en tener el control de la liquidación global. Ahora, en la era on-chain, las reglas del juego han cambiado: no importa qué stablecoin predomine en el futuro, qué forma tome el activo digital, o incluso si surgen nuevas monedas impulsadas por IA; mientras la infraestructura básica de liquidación esté en manos de alguien, esa parte tendrá el control de la garganta de la nueva era.

Muchos están absortos mirando el gráfico de velas de Bitcoin, pero siendo sinceros, BTC se parece más a una herramienta de cobertura de riesgos; a Wall Street nunca le ha importado realmente cuánto pueda subir. Lo que buscan es el control sobre la capa de liquidación. Y en cuanto a cadenas básicas como Ethereum, tampoco esperes que puedan mantenerse firmes y solas: la blockchain, en esencia, es una tecnología sin soberano; pensar que una sola cadena pública privada puede monopolizar el mercado es soñar despierto.

Esta ventana de oportunidad es fugaz. No malgastes toda tu energía en especular con criptomonedas; lo que realmente importa es quién está posicionándose en la capa de liquidación, quién está construyendo la infraestructura financiera de próxima generación. Perder esta ola puede ser perder toda una era.