¿Vuestros portfolios se pusieron tan en rojo como el mío con esa caída de ayer? Nada más abrir el Nasdaq empezó el desplome, y las principales criptos le siguieron en picado; el grupo se volvió un caos total. Mucha gente se queja de que el cisne negro ha llegado de repente, pero siendo sinceros —esta vez no podemos echarle la culpa a un cisne negro.

Los que seguimos a diario los flujos de capital lo teníamos claro: esta caída se venía gestando desde hace tiempo. En esencia, la liquidez se ha secado, el mercado se ha quedado sin dinero para sostener precios, así que estos caen de manera natural. ¿Cómo se ha drenado esa liquidez? Tres factores han actuado a la vez.

**Primer golpe: emisión de deuda pública que corta el grifo**

El gobierno ha estado bastante activo últimamente, lanzando un plan de emisión de deuda de 163.000 millones de dólares. Puede parecer sólo una cifra, pero las instituciones lo captan enseguida: los bonos del Estado ofrecen rentabilidad estable y seguridad, así que grandes sumas de dinero se retiran de los activos de riesgo para acudir a la subasta. El capital que podría haber sostenido la bolsa y las criptos ahora se va a tapar el agujero de los bonos. Si el mercado se queda sin sangre, ¿cómo no va a caer?

**Segundo golpe: la Reserva Federal cambia de actitud de forma repentina**

Antes el mercado apostaba por un recorte de tipos, y muchos entraron apalancados esperando un rebote. Pero la Reserva Federal soltó de repente un "no tenemos prisa por bajar los tipos", y eso destruyó las expectativas de golpe. Si se retrasa el recorte, el coste de financiación no baja, y los inversores apalancados se ponen nerviosos al instante—