El pionero en robots aspiradores sale del mercado, iRobot no fue derrotado por los bajos precios chinos, sino que vive en la torre de marfil del ayer

iRobot anunció la apertura del Capítulo 11 de bancarrota en Delaware, EE. UU., y fue adquirida por una fábrica china por contrato. Esto no es solo una derrota en la competencia comercial, sino una fábula de advertencia sobre innovación, globalización y transferencia de poder.
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Índice del artículo

  • Cuando los pioneros se convierten en viejas coordenadas en el mapa
  • IA en un solo dispositivo contra el cerebro en la nube
  • Cuando la mano reguladora aparta a Amazon, pero da la bienvenida a capital chino

La primera vez que vi a Roomba dando vueltas sin rumbo en la sala, en realidad no me impresionó tanto. Para ser honesto, no limpiaba tan bien y a menudo se atascaba debajo del sofá. Pero te das cuenta de una cosa: el espacio de “hogar” empieza a ser invadido por máquinas.

Era principios de 2000, cuando iRobot introdujo un disco en hogares de clase media, no vendía potencia de succión, sino un pequeño toque de futurismo…

Veintidós años después, ese futurismo ha declarado oficialmente bancarrota. Lo más surrealista es que quien recoge las piezas no es ningún caballero blanco de Silicon Valley, sino una empresa china que ha estado subcontratando para ella durante años, PICEA. Las acciones ordinarias se redujeron a cero, un símbolo tecnológico estadounidense, en un abrir y cerrar de ojos se convirtió en una empresa privada 100% china. Esto no es una telenovela, es la realidad de la industria global.

Cuando los pioneros se convierten en viejas coordenadas en el mapa

Muchos piensan que “otra vez China ha arrasado con precios bajos”. Esa explicación es demasiado simplista y perezosa. JJ cree que iRobot no perdió por ser barato, sino porque siempre creyó que el mundo seguiría el mapa que dibujó en su momento.

Como pionero en robots aspiradores, la definición de “buen producto” para iRobot era muy simple: limpiar bien. Por eso centró toda su energía en hardware, especialmente en navegación visual vSLAM. Esa estrategia era muy prometedora en laboratorio, inteligente en casas con buena iluminación, y podía reconocer calcetines, cables… parecía muy AI.

Pero el mercado no espera a que perfecciones una técnica.

Cuando los competidores sacaron directamente LiDAR, la cosa cambió. Los láseres no dependen de la luz, hacen mapas rápidos y precisos, y combinados con funciones de limpieza y autovaciado, lavado de mopas, y una app decente, los consumidores no quieren que les expliques filosofía tecnológica, solo preguntan: ¿por qué es más caro y más complicado?

Esto es una tragedia bastante clásica. No es que no te esfuerces lo suficiente, sino que el mercado ya no se interesa en la dirección en la que tú te esfuerzas.

Lo más mortal es que la visión de “inteligencia” de iRobot se quedó en la generación anterior. Creen que la inteligencia debe residir en la máquina, en un cerebro caro, potente y que funciona de forma independiente. El problema es que el mundo ya cambió a un modelo en la nube. Las marcas chinas juegan con datos, OTA, y rápida iteración.

Los obstáculos que no se superan hoy, la próxima semana serán cosa del pasado. El hardware se vuelve solo una carcasa, la verdadera competencia está en el backend.

IA en un solo dispositivo contra el cerebro en la nube

Esto hace que la mentalidad de un solo dispositivo parezca lenta y costosa. Las patentes y algoritmos acumulados por iRobot en esos años se deprecian a una velocidad sorprendente en la carrera por “quién aprende más rápido del comportamiento del usuario”. Además, su actitud conservadora respecto a la privacidad, que limita el uso y almacenamiento de datos, impide que la IA reciba suficiente “alimento” para crecer.

Pero el verdadero punto de inflexión no está en el producto, sino en la cadena de valor.

El guion del pasado era claro: EE. UU. se encargaba de imaginar y definir la marca, China de fabricar. La marca obtenía el margen, la fabricación la ganancia marginal. El problema es que la fabricación china ya no solo recibe órdenes: capital, ingenieros, y capacidades de integración de la cadena de suministro, todo está en su lugar.

Cuando la manufactura empieza a entender el mercado, los costos y las finanzas, los roles se invierten.

El movimiento más inteligente de PICEA fue hacerse cargo de la deuda de iRobot. De fabricante por contrato a acreedor, cuando la otra parte no pudo sostenerse, la deuda se convirtió en participación accionaria. Sin una adquisición hostil dramática, solo cálculos fríos de capital. No es que una marca derrote a otra, sino que en la cadena de valor, el segmento inferior acaba absorbiendo al superior.

Si la historia termina aquí, ya sería bastante dura. Pero la realidad añade un toque de humor negro…

Cuando la mano reguladora aparta a Amazon, pero da la bienvenida a capital chino

En 2022, Amazon intentó comprar iRobot por 1.700 millones de dólares. Para iRobot en ese momento, era casi la única opción viable. Pero los reguladores europeos y estadounidenses intervinieron, contra el monopolio y la concentración de datos, poniendo obstáculos. Finalmente, la operación fracasó y iRobot perdió la oportunidad de recuperar inversión.

Y así surge la escena absurda actual: para evitar que los gigantes estadounidenses monopolicen, las marcas estadounidenses son bloqueadas, y la empresa entera termina vendiéndose a capital chino. La regulación quiere proteger el mercado, pero abre la puerta a otro jugador.

El final de iRobot no solo fue que el producto perdió, sino que toda la lógica del viejo mundo dejó de funcionar. La elección equivocada en la estrategia tecnológica, la reacción demasiado lenta en el modelo de negocio, la posición demasiado cómoda en la cadena de valor, sumado a las turbulencias geopolíticas, empujaron a la compañía hacia abajo.

El zumbido de Roomba, que alguna vez simbolizó el futuro, ahora suena más como un recordatorio: la innovación no pertenece a los primeros, ni a los que gritan más fuerte, sino a quienes con menor costo y mayor rapidez logran convertirla en flujo de caja, o incluso comprarla directamente.

Este problema, iRobot no lo respondió. Pero el mercado ya ha escrito el final con sus acciones.

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