Las cifras comerciales de noviembre ofrecen una visión interesante de las cambiantes dinámicas globales. Los envíos hacia Estados Unidos sufrieron una fuerte caída del 29% en comparación con el año pasado. Pero aquí es donde se pone interesante: los mercados europeos compensaron esa bajada con un crecimiento cercano al 15%.

¿Y los mercados africanos? Están en auge. Un asombroso aumento del 28% en los envíos demuestra que allí se está generando un verdadero impulso. Mientras tanto, el bloque del Sudeste Asiático registró un modesto incremento del 8,4% entre sus diez estados miembros.

Lo que estamos presenciando no es solo una fluctuación de cifras. Es un reequilibrio fundamental de los corredores comerciales. Cuando un mercado importante se contrae, otros se expanden para llenar el vacío. La cuestión ahora es: ¿se trata de una turbulencia temporal o de la nueva normalidad?