Los datos on-chain realmente están evolucionando a un ritmo vertiginoso, pero su grado de adopción sigue atascado en la barrera de entrada. La situación actual es que muy pocas personas saben interpretarlos; las herramientas del mercado o bien son tan profesionales que intimidan, o bien tienen unas funciones rígidas hasta el extremo, y el seguimiento en tiempo real es casi inexistente.

Últimamente he observado que algunas nuevas herramientas están intentando romper este círculo. Su planteamiento es bastante interesante: reducir la complejidad de los datos mediante visualizaciones y aplicar IA y aprendizaje automático para descubrir tendencias y patrones de forma automática. Si esta línea tecnológica madura, realmente podría hacer que el análisis de datos deje de ser un privilegio para unos pocos. Si la transparencia que ofrece la blockchain se combina con una capa de análisis fácil de usar, la eficiencia en el aprovechamiento de los datos en todo el sector podría dar un gran salto adelante.