En Art Basel Miami Beach, las piezas que acapararon todas las miradas fueron unos perros robot con un giro inesperado: sus cabezas esculpidas para parecerse a magnates tecnológicos y sus traseros literalmente imprimiendo obras de arte. ¿El artífice? Mike Winkelmann, el artista digital conocido mundialmente como Beeple. Su última instalación satírica está dando mucho que hablar, combinando robótica de vanguardia con una incisiva crítica a la élite de Silicon Valley. Un movimiento clásico de Beeple: llevar su irreverencia característica de la pantalla al espacio físico.