Últimamente, el precio del oro ha subido de forma un tanto sospechosa, y mucha gente se está planteando si debería subirse al carro. Pero al repasar los datos históricos, he descubierto que detrás de esta tendencia podría esconderse una historia aún más grande.
En los ciclos de las últimas décadas, cada vez que el oro se dispara no es un evento aislado. En el ciclo de 1971 a 1980, el precio del oro pasó de 40 dólares a 850 dólares, coincidiendo precisamente con el periodo de restricción de liquidez global de 1974. La subida que empezó en 2001 fue aún más espectacular, y la crisis financiera de 2008 llevó los precios a nuevos máximos. Que estas coincidencias se hayan dado tantas veces deja de ser casualidad.
Lo que realmente preocupa ahora es la situación del dólar. Aunque no parece que vayamos a repetir el colapso de los años 70, la política actual sí que apunta hacia un dólar más débil. Esto es algo que tanto en el mundo cripto como en los mercados financieros tradicionales están vigilando, porque afecta a la lógica de precios de ambos mercados.
El problema es que el precio actual del oro probablemente ya ha descontado la mayoría de estas expectativas. Hay una vieja regla en los mercados: cuando las buenas noticias se materializan, suele ser el punto de inflexión. Si el dólar realmente empieza a fluctuar bruscamente, podría desencadenar la toma de beneficios. Y lo que es peor, si de repente estalla una crisis de liquidez, en la fase inicial todos los activos pueden sufrir presión vendedora, incluido el oro.
En resumen, perseguir precios altos en estos niveles implica un riesgo considerable. Mantener la calma cuando el mercado está caliente suele ser más importante que dejarse llevar por la corriente.
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RugpullSurvivor
· 12-06 18:08
Los que compran en máximos siempre acaban siendo los últimos en quedarse con el activo; la historia es tan clara y aun así siguen pensando en entrar.
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ZenChainWalker
· 12-06 14:52
Veo que tu análisis tiene bastante sentido, pero sigo pensando que los que entran ahora solo están haciendo de pringados.
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AirdropNinja
· 12-06 14:51
¿De verdad te atreves a entrar después de que ya se hayan agotado todas las noticias positivas? Por eso nunca entro en la cima; cuando veo a otros dejándose llevar por el FOMO, solo me río.
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SchroedingerGas
· 12-06 14:50
Parece que los que quieren comprar en el suelo van a acabar siendo los que se queden con la bolsa; he escuchado este argumento demasiadas veces.
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hodl_therapist
· 12-06 14:49
Lo dices de forma un poco categórica. Si llega una crisis de liquidez, ¿de verdad el oro no podrá resistir? Entonces, ¿qué hago con las máquinas de minería que he acumulado?
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MrDecoder
· 12-06 14:27
Vaya, tengo que admitir que esta lógica es realmente rigurosa, pero eso de comprar en máximos es más fácil decirlo que hacerlo.
Últimamente, el precio del oro ha subido de forma un tanto sospechosa, y mucha gente se está planteando si debería subirse al carro. Pero al repasar los datos históricos, he descubierto que detrás de esta tendencia podría esconderse una historia aún más grande.
En los ciclos de las últimas décadas, cada vez que el oro se dispara no es un evento aislado. En el ciclo de 1971 a 1980, el precio del oro pasó de 40 dólares a 850 dólares, coincidiendo precisamente con el periodo de restricción de liquidez global de 1974. La subida que empezó en 2001 fue aún más espectacular, y la crisis financiera de 2008 llevó los precios a nuevos máximos. Que estas coincidencias se hayan dado tantas veces deja de ser casualidad.
Lo que realmente preocupa ahora es la situación del dólar. Aunque no parece que vayamos a repetir el colapso de los años 70, la política actual sí que apunta hacia un dólar más débil. Esto es algo que tanto en el mundo cripto como en los mercados financieros tradicionales están vigilando, porque afecta a la lógica de precios de ambos mercados.
El problema es que el precio actual del oro probablemente ya ha descontado la mayoría de estas expectativas. Hay una vieja regla en los mercados: cuando las buenas noticias se materializan, suele ser el punto de inflexión. Si el dólar realmente empieza a fluctuar bruscamente, podría desencadenar la toma de beneficios. Y lo que es peor, si de repente estalla una crisis de liquidez, en la fase inicial todos los activos pueden sufrir presión vendedora, incluido el oro.
En resumen, perseguir precios altos en estos niveles implica un riesgo considerable. Mantener la calma cuando el mercado está caliente suele ser más importante que dejarse llevar por la corriente.