Cada vez que alguien critica los memecoins mientras promociona otra Layer 1 con un ridículo 5% en circulación, no puedo evitar partirme de risa. ¿De verdad vamos a fingir que esto es una innovación revolucionaria?

"¡Los memes no tienen utilidad!"

Ah, claro, pero esa flamante nueva blockchain con una valoración totalmente diluida de $2 mil millones, apenas tokens en circulación y una tabla de capitalización repleta de VC que soltarán todo en cuanto acabe su cliff... ¿ese es el futuro, no?

La cuestión es la siguiente: al menos los memecoins son honestos sobre lo que son. Nadie finge que están resolviendo el hambre en el mundo. Mientras tanto, tu altcoin "revolucionario" probablemente sea otro fork de EVM con unos bloques marginalmente más rápidos y un whitepaper lleno de palabras de moda.

Poca oferta en circulación, FDV por las nubes, respaldado por fondos a los que les da igual la tecnología... sí, suena muchísimo más legítimo que una moneda de perro.

Quizá va siendo hora de dejar de actuar como si uno fuera inherentemente superior, cuando en el fondo ambos son fichas de casino con estrategias de marketing diferentes.