Así que aquí está el asunto sobre ese legendario ciclo de 4 años del que todo el mundo sigue hablando...
Se acabó. Finito. Terminado.
Sí, lo he dicho. ¿Ese patrón predecible que todos hemos estado siguiendo? ¿El de que Bitcoin sube, las altcoins le siguen, llega el mercado bajista, y vuelta a empezar cada cuatro años como un reloj? Ese manual puede que ya no funcione.
Nos acercamos a 2026 y el panorama es completamente diferente ahora. El dinero institucional ha cambiado las reglas del juego. Los marcos regulatorios están evolucionando. La dinámica del mercado ya no es la misma que cuando el cripto era todavía el Salvaje Oeste.
¿La volatilidad impulsada por el retail que definía esos ciclos? Se está diluyendo con jugadores más grandes, con estrategias diferentes y horizontes temporales más largos. ETFs, tesorerías corporativas, fondos soberanos: estos no son los hodlers de siempre esperando el próximo subidón por el halving.
Quizás estamos entrando en una era en la que el cripto se mueve más como los mercados tradicionales. Menos predecible. Más matizado. O quizás estamos simplemente en una fase completamente nueva que nadie ha descifrado aún.
En cualquier caso, confiar en que la historia se repetirá podría ser la apuesta más arriesgada en este momento.
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Así que aquí está el asunto sobre ese legendario ciclo de 4 años del que todo el mundo sigue hablando...
Se acabó. Finito. Terminado.
Sí, lo he dicho. ¿Ese patrón predecible que todos hemos estado siguiendo? ¿El de que Bitcoin sube, las altcoins le siguen, llega el mercado bajista, y vuelta a empezar cada cuatro años como un reloj? Ese manual puede que ya no funcione.
Nos acercamos a 2026 y el panorama es completamente diferente ahora. El dinero institucional ha cambiado las reglas del juego. Los marcos regulatorios están evolucionando. La dinámica del mercado ya no es la misma que cuando el cripto era todavía el Salvaje Oeste.
¿La volatilidad impulsada por el retail que definía esos ciclos? Se está diluyendo con jugadores más grandes, con estrategias diferentes y horizontes temporales más largos. ETFs, tesorerías corporativas, fondos soberanos: estos no son los hodlers de siempre esperando el próximo subidón por el halving.
Quizás estamos entrando en una era en la que el cripto se mueve más como los mercados tradicionales. Menos predecible. Más matizado. O quizás estamos simplemente en una fase completamente nueva que nadie ha descifrado aún.
En cualquier caso, confiar en que la historia se repetirá podría ser la apuesta más arriesgada en este momento.