Últimamente, en el mercado se comenta mucho que el asesor económico de la Casa Blanca, Hassett, apoya firmemente una bajada de tipos de interés. Además, Trump da frecuentes indicios de que podría nombrarlo presidente de la Reserva Federal, por lo que muchos ya están fantaseando con la llegada de una era de políticas monetarias expansivas. BTC y ETH también han subido ligeramente acompañando estas expectativas.

Pero Deutsche Bank ha echado un jarro de agua fría recientemente: aunque Hassett llegue realmente al cargo, bajar los tipos no será tan sencillo. Su lógica es que, hasta mediados de 2026, los fundamentos de la economía estadounidense probablemente no aguanten una bajada significativa de tipos, y los halcones dentro de la Fed tampoco cederán tan fácilmente. Más importante aún, el propio Hassett dijo en una entrevista que las decisiones deben “basarse en los datos” y que debe llegar a un consenso con el resto del comité. Esto suena muy pragmático y está muy lejos de la postura ultradovish que muchos en el mercado imaginan.

En definitiva, puede que el mercado esté siendo demasiado optimista respecto a las expectativas de políticas expansivas. La política monetaria nunca depende de una sola persona; los datos económicos y la dinámica interna son lo que realmente cuenta. Si se apuesta todo a la expectativa de una bajada de tipos, el riesgo es bastante alto. Al fin y al cabo, cuando se trata de un cambio de política, suele haber mucho ruido y pocas nueces.