Esta jugada de Elizabeth, en cambio, no ha hecho más que confirmar las sospechas de fraude en las donaciones.

Cualquier persona normal, tras ser cuestionada tanto tiempo, ya habría estado ansiosa por demostrar su inocencia, ¿no? Si fuera yo, lo primero que haría sería mostrar las pruebas, de lo contrario ni podría dormir tranquila por la noche. Pero ella, en cambio, solo ha ido retrasando el asunto una y otra vez, y aún así puede seguir publicando promociones de marcas sin inmutarse. ¿Quién va a creer que no hay gato encerrado con esa sangre fría?

Ahora que un exchange de primer nivel ha cancelado la colaboración y los siguientes anuncios también se han caído, es cuando de repente le ha entrado la urgencia de "aclarar" la situación. La coincidencia en el momento es tan sospechosa que parece que solo intenta arreglarlo porque la han acorralado.