Estos días, la capacidad de generación de vídeo de Sora ha vuelto a inundar las redes, y los rumores sobre GPT-5 son cada vez más extravagantes. En la oficina, algunos ya empiezan a murmurar: ¿No estaremos los currantes a punto de quedarnos sin trabajo?

Sinceramente, en vez de preocuparse sin motivo, es mejor cambiar de perspectiva: la IA, si la ves como enemiga, será tu enemiga; si la ves como una herramienta, se convierte en tu acelerador. Últimamente he notado una tendencia: plataformas de agentes de IA como KITE están empezando a despuntar, y en esencia, lo que hacen es transformar esas tecnologías que suenan tan sofisticadas en algo que cualquiera puede utilizar.

Hay que entender una cosa: la IA no viene a quitarte el pan, es más bien como si te dieran un nuevo equipo.

Por ejemplo, si trabajas en creación de contenido. Antes, escribir un texto viral te llevaba medio día; ahora, puedes usar estas herramientas para generar un primer borrador y unas imágenes, y dedicar el resto del tiempo a pulir la creatividad y los detalles. No solo duplicas la eficiencia, sino que la calidad también mejora, porque las tareas repetitivas las hace la máquina y tu mente se puede centrar en lo verdaderamente importante.

Lo mismo en e-commerce y marketing. Vigilar la competencia, redactar textos promocionales, analizar el feedback de los usuarios… todas estas tareas previas pueden ser filtradas por la IA. El tiempo que ahorras lo puedes dedicar a pensar en la estrategia y a cuidar las relaciones con los clientes, que es lo que realmente aporta valor.

Incluso para empleados de oficina comunes. Clasificar emails, estructurar informes semanales, organizar actas de reuniones o incluso analizar rápidamente un informe del sector… Todas esas tareas tediosas pero necesarias pueden ser delegadas a la IA. Así, ante tu jefe, te conviertes en un “rey de la eficiencia”. Y a la hora de ascender o recibir una subida de sueldo, ¿quién se acuerda de qué herramientas usaste? Lo único que importa es el resultado.

Así que no te agobies. Los que de verdad deberían preocuparse son los que ni aprenden cosas nuevas ni quieren usar nuevas herramientas.