El último informe del FMI, “Understanding Stablecoins”, presenta un análisis del marco regulatorio en economías clave como Estados Unidos, Reino Unido, Unión Europea y Japón. El estudio pone de manifiesto notables diferencias en los enfoques regulatorios: algunos países consideran las stablecoins como valores, otros las regulan como instrumentos de pago, y algunos limitan la supervisión a los tokens emitidos por bancos. En ciertos casos, aún no existen normativas integrales. Esta falta de coordinación ha derivado en la ausencia de estándares unificados para el mercado global.

(Fuente: IMFNews)
El FMI subraya que las stablecoins pueden operar con facilidad en jurisdicciones con regulación laxa y atender mercados globales, lo que dificulta a los reguladores el seguimiento de los siguientes aspectos:
Las lagunas regulatorias mencionadas amplían las oportunidades de arbitraje y debilitan la supervisión en el sistema financiero mundial.
El FMI añade que, además de las diferencias regulatorias, las stablecoins afrontan retos técnicos. La falta de interoperabilidad entre blockchains públicas, exchanges y marcos cross-chain genera los siguientes desafíos:
Mientras persisten las diferencias regulatorias, el uso y la liquidación transfronterizos se vuelven aún más complejos.
La capitalización global del mercado de stablecoins supera los 300 000 millones de dólares y USDT y USDC, ambas respaldadas por el dólar estadounidense, siguen liderando el mercado. El FMI detalla la composición de reservas de estas stablecoins:
Una relación más estrecha entre las stablecoins y los mercados de bonos gubernamentales aumenta su impacto potencial sobre los sistemas financieros tradicionales.
El FMI advierte que el uso masivo de stablecoins denominadas en divisas extranjeras podría poner en riesgo la estabilidad financiera nacional, incluyendo:
Si se producen redenciones a gran escala, los emisores podrían liquidar rápidamente grandes cantidades de bonos del Tesoro de EE. UU. a corto plazo, lo que podría alterar los mercados globales de financiación a corto plazo. Una mayor interconexión entre emisores de stablecoins, bancos, custodios, plataformas de trading y fondos puede propiciar que la volatilidad se traslade del sector cripto al conjunto de los mercados financieros.
El FMI concluye que, sin estándares regulatorios internacionales armonizados, las stablecoins podrían eludir los mecanismos de seguridad nacionales, aumentar la presión sobre economías vulnerables y transmitir riesgos rápidamente mediante transacciones transfronterizas.





