Primero, hablemos de qué es exactamente Injective: básicamente, es como un estudio profesional que solo se dedica a gestionar órdenes financieras. Mientras que otras cadenas públicas intentan abarcarlo todo, Injective se centra en una sola cosa: hacer que las transacciones on-chain sean rápidas y estables.

¿Y cómo consigue esa estabilidad? Las órdenes se emparejan al instante, las ejecuciones son rápidas y sin complicaciones, y cosas complejas como derivados, apalancamiento y liquidaciones funcionan aquí con la misma fluidez que en las plataformas de trading tradicionales. Pero la diferencia es que todas las operaciones son transparentes y quedan registradas en la cadena, además de que puede integrarse sin problemas con otros protocolos DeFi.

En pocas palabras, lo que busca es trasladar la experiencia a la que están acostumbrados los traders profesionales al mundo blockchain, sin sacrificar la lógica subyacente de la descentralización. Para las aplicaciones financieras que buscan tanto velocidad como capacidad de integración, la verdad es que es una opción bastante interesante.