En Corea ha vuelto a pasar algo grave. Una de las principales plataformas de intercambio fue hackeada y, sorprendentemente, tardaron más de 6 horas en informar a los organismos reguladores, una actuación realmente desconcertante.

Lo más impactante es la posible razón detrás de esto: al parecer, la empresa matriz estaba ocupada negociando una fusión y adquisición con un gigante tecnológico local, y temían que la noticia del hackeo arruinara el acuerdo. Según los documentos regulatorios, la plataforma celebró una reunión de emergencia solo 18 minutos después de detectar la anomalía, y a los 27 minutos... (el resto de la cronología de la gestión no está clara).

Sinceramente, esta práctica de "ocultar información para proteger la operación" es bastante peligrosa. ¿Qué es más importante, la seguridad de los activos de los usuarios o el cumplimiento regulatorio? La respuesta debería estar clara. Si el sector quiere avanzar a largo plazo, la transparencia y la capacidad de respuesta inmediata son imprescindibles.