La Reserva Federal ahora mismo está en una situación bastante incómoda: necesita encontrar una razón convincente para la próxima ronda de inyección de liquidez, pero no puede simplemente abrir los grifos como antes.
Al fin y al cabo, llevar a cabo una QE de forma descarada es ahora demasiado sensible políticamente.
Por eso han optado por cambiar el envoltorio y hacer que la operación de inyección de liquidez parezca más “técnica”. En esta reunión del FOMC, probablemente ya se vea alguna señal.
Solo hay que fijarse en los movimientos recientes:
Desde el 1 de diciembre, los valores respaldados por hipotecas y la deuda de agencias que vencen ya no se retiran directamente; todo el principal se reinvierte en letras del Tesoro a corto plazo. Cuando vencen los bonos del Tesoro, se siguen renovando, y el balance ya no se reduce activamente.
La mesa de operaciones de la Fed de Nueva York se encarga directamente: a partir de diciembre, comprará T-bills directamente en el mercado secundario para gestionar estos fondos de reinversión, y cada mes publicará el plan detallado.
En las actas de la última reunión quedó muy claro: aumentar el peso de los bonos del Tesoro a corto plazo permite que la política monetaria sea más flexible y con mayor margen de gestión de liquidez, sin incrementar el tamaño de las reservas.
El discurso de Williams en noviembre fue aún más directo: en cuanto se confirme que las reservas son “adecuadas”, el siguiente paso será comprar activos de manera gradual.
En otras palabras: en los próximos meses es muy probable que veamos una operación que “no se llama QE, pero hace exactamente lo mismo que una QE”.
Ahora mismo, lo más comentado en Wall Street es el RMP, es decir, Compras de Gestión de Reservas.
La explicación de la Fed suena inofensiva: la economía está creciendo, la demanda de dinero por parte del mercado sube de forma natural; para evitar que el sistema bancario se quede corto de reservas y los tipos de interés a corto plazo se disparen, hace falta comprar de manera pasiva algo de deuda a corto plazo y “reponer” las reservas.
El objetivo es sencillo: que el sistema de pagos no se bloquee. Y la operación es muy contenida: solo se compran bonos a corto plazo, sin tocar activos a largo plazo.
¿Entonces por qué el mercado lo ve como una “QE disfrazada”?
Porque la lógica de fondo no ha cambiado en absoluto:
¿Qué es una QE? Crear dinero de la nada → comprar bonos → meter efectivo en el mercado.
¿Y el RMP? Crear dinero de la nada → comprar bonos → meter efectivo en el mercado.
La diferencia solo está en el nombre y en que la escala es algo menor, pero la dirección es exactamente la misma: expansión del balance, la liquidez vuelve al mercado.
Para los activos de riesgo, esta diferencia no importa. Mientras la Fed “esté comprando”, el nivel de liquidez del mercado subirá.
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GateUser-afe07a92
· 12-08 06:54
Dicho de forma bonita es RMP, dicho de forma fea es solo cambiarle el nombre al QE. Esta jugada de la Reserva Federal ha sido realmente increíble, jaja.
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PebbleHander
· 12-08 06:54
En resumen, es simplemente cambiarse de disfraz para seguir inyectando liquidez. El nombre RMP también es increíble, jajaja.
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0xLostKey
· 12-08 06:36
Cambian la apariencia o cambian la apariencia, al final no es más que aflojar las restricciones; este truco ya está muy visto y ya no tiene gracia.
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AmateurDAOWatcher
· 12-08 06:36
Cambia la apariencia pero no el contenido; solo con escuchar esas excusas ya se nota que están jugando con trucos.
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DegenTherapist
· 12-08 06:28
No es más que un QE disfrazado, solo juegos de palabras para engañar a alguien. Los inteligentes ya lo han visto claro.
La Reserva Federal ahora mismo está en una situación bastante incómoda: necesita encontrar una razón convincente para la próxima ronda de inyección de liquidez, pero no puede simplemente abrir los grifos como antes.
Al fin y al cabo, llevar a cabo una QE de forma descarada es ahora demasiado sensible políticamente.
Por eso han optado por cambiar el envoltorio y hacer que la operación de inyección de liquidez parezca más “técnica”. En esta reunión del FOMC, probablemente ya se vea alguna señal.
Solo hay que fijarse en los movimientos recientes:
Desde el 1 de diciembre, los valores respaldados por hipotecas y la deuda de agencias que vencen ya no se retiran directamente; todo el principal se reinvierte en letras del Tesoro a corto plazo. Cuando vencen los bonos del Tesoro, se siguen renovando, y el balance ya no se reduce activamente.
La mesa de operaciones de la Fed de Nueva York se encarga directamente: a partir de diciembre, comprará T-bills directamente en el mercado secundario para gestionar estos fondos de reinversión, y cada mes publicará el plan detallado.
En las actas de la última reunión quedó muy claro: aumentar el peso de los bonos del Tesoro a corto plazo permite que la política monetaria sea más flexible y con mayor margen de gestión de liquidez, sin incrementar el tamaño de las reservas.
El discurso de Williams en noviembre fue aún más directo: en cuanto se confirme que las reservas son “adecuadas”, el siguiente paso será comprar activos de manera gradual.
En otras palabras: en los próximos meses es muy probable que veamos una operación que “no se llama QE, pero hace exactamente lo mismo que una QE”.
Ahora mismo, lo más comentado en Wall Street es el RMP, es decir, Compras de Gestión de Reservas.
La explicación de la Fed suena inofensiva: la economía está creciendo, la demanda de dinero por parte del mercado sube de forma natural; para evitar que el sistema bancario se quede corto de reservas y los tipos de interés a corto plazo se disparen, hace falta comprar de manera pasiva algo de deuda a corto plazo y “reponer” las reservas.
El objetivo es sencillo: que el sistema de pagos no se bloquee. Y la operación es muy contenida: solo se compran bonos a corto plazo, sin tocar activos a largo plazo.
¿Entonces por qué el mercado lo ve como una “QE disfrazada”?
Porque la lógica de fondo no ha cambiado en absoluto:
¿Qué es una QE? Crear dinero de la nada → comprar bonos → meter efectivo en el mercado.
¿Y el RMP? Crear dinero de la nada → comprar bonos → meter efectivo en el mercado.
La diferencia solo está en el nombre y en que la escala es algo menor, pero la dirección es exactamente la misma: expansión del balance, la liquidez vuelve al mercado.
Para los activos de riesgo, esta diferencia no importa. Mientras la Fed “esté comprando”, el nivel de liquidez del mercado subirá.