¿Alguna vez has visto cómo tu cartera se dispara, te has negado a vender y luego lo has visto todo evaporarse? Sí, esa es la cuota de aprendizaje por perseguir subidas.

Vi a alguien quedar totalmente destrozado haciendo exactamente esto. Velas verdes por todas partes, la adrenalina a tope, la lógica por la ventana. Seguía comprando cada vez más alto, convencido de que nunca pararía. Olvidó la regla de oro: nadie se arruinó por tomar beneficios.

¿El resultado? Lo aguantó todo de vuelta hacia abajo. Todas las ganancias, evaporadas. Un desastre clásico por FOMO.

La cuestión es que esas velas verdes explosivas parecen irresistibles... hasta que dejan de serlo. Al mercado no le importa tu convicción ni cuánto creas en una operación. Te pondrá en tu sitio muy rápido.

Toma. Tus. Beneficios. Fija tus salidas antes de entrar. Ten un plan cuando pienses con claridad, no cuando estés eufórico viendo subir los números. Porque lo que se dispara en vertical suele estrellarse igual de rápido.

No seas esa persona que tuvo una fortuna en pantalla y acabó con nada más que una lección cara.