¿Tienes un dinero que no piensas mover a largo plazo? ¿Te has planteado cómo hacer que crezca de forma estable? Mucha gente pone el ojo en los ETF de la bolsa estadounidense: permiten diversificar el riesgo y no hace falta estar pendiente del mercado cada día.
Si miramos la última década, el comportamiento de varios ETF populares merece análisis. Por ejemplo, QQQ, que replica el índice Nasdaq 100 y tiene grandes posiciones en gigantes tecnológicos como Apple, Nvidia y Microsoft. Sumando la rentabilidad total y la reinversión de dividendos, su rentabilidad anualizada es bastante atractiva, pero la máxima caída tampoco es desdeñable: las tecnológicas suben rápido, pero también pueden caer con fuerza. Este fondo gestiona más de 300.000 millones de dólares y cobra una comisión de gestión del 0,20%. Es adecuado para inversores capaces de soportar volatilidad. En lo que va de 2025 ha subido un 25%. La lógica para mantenerlo a largo plazo es sólida, pero no pongas todos los huevos en la misma cesta.
Si eres más conservador, DIA puede encajarte mejor. Replica el índice Dow Jones Industrial, que incluye 30 compañías de primer nivel, como United Health y Goldman Sachs. Sus dividendos son estables y su volatilidad es mucho menor que la de las tecnológicas; este año lleva un 15% de rentabilidad. Gestiona 35.000 millones de dólares con una comisión del 0,16%. Es ideal para quienes valoran el flujo de caja. Resiste mejor las recesiones, pero no esperes un crecimiento explosivo.
Por último, SPY es el representante del S&P 500, que abarca las 500 principales empresas de EE. UU., tanto tecnológicas como financieras. Es el de mayor tamaño y el más líquido.
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¿Tienes un dinero que no piensas mover a largo plazo? ¿Te has planteado cómo hacer que crezca de forma estable? Mucha gente pone el ojo en los ETF de la bolsa estadounidense: permiten diversificar el riesgo y no hace falta estar pendiente del mercado cada día.
Si miramos la última década, el comportamiento de varios ETF populares merece análisis. Por ejemplo, QQQ, que replica el índice Nasdaq 100 y tiene grandes posiciones en gigantes tecnológicos como Apple, Nvidia y Microsoft. Sumando la rentabilidad total y la reinversión de dividendos, su rentabilidad anualizada es bastante atractiva, pero la máxima caída tampoco es desdeñable: las tecnológicas suben rápido, pero también pueden caer con fuerza. Este fondo gestiona más de 300.000 millones de dólares y cobra una comisión de gestión del 0,20%. Es adecuado para inversores capaces de soportar volatilidad. En lo que va de 2025 ha subido un 25%. La lógica para mantenerlo a largo plazo es sólida, pero no pongas todos los huevos en la misma cesta.
Si eres más conservador, DIA puede encajarte mejor. Replica el índice Dow Jones Industrial, que incluye 30 compañías de primer nivel, como United Health y Goldman Sachs. Sus dividendos son estables y su volatilidad es mucho menor que la de las tecnológicas; este año lleva un 15% de rentabilidad. Gestiona 35.000 millones de dólares con una comisión del 0,16%. Es ideal para quienes valoran el flujo de caja. Resiste mejor las recesiones, pero no esperes un crecimiento explosivo.
Por último, SPY es el representante del S&P 500, que abarca las 500 principales empresas de EE. UU., tanto tecnológicas como financieras. Es el de mayor tamaño y el más líquido.