El sector de los NFT en 2025 no tiene nada que ver con la ola de especulación de años anteriores.

Primero, un dato sobre el tamaño del mercado: el volumen global de NFT ronda ahora los 49.000 millones de dólares, bastante más que los 36.000 millones del año pasado. Este volumen no se sostiene solo con el hype especulativo: los escenarios de aplicación se están ampliando de forma tangible.

La hegemonía en la cadena sigue siendo de Ethereum, con más del 60% de las transacciones ocurriendo en ETH. Pero Solana, Polygon y otros recién llegados tampoco se quedan atrás, sobre todo en el ámbito de los juegos y las colaboraciones con marcas, donde cada uno ha conseguido su propio nicho. Ahora existen más de 100 plataformas activas de NFT en todo el mundo; aunque OpenSea sigue siendo el líder (con más de 2,4 millones de usuarios activos mensuales), el ecosistema ya no está dominado por un solo actor.

El cambio más interesante está en la estructura de las categorías. Los NFT de videojuegos son ahora los protagonistas absolutos, representando cerca del 40% del volumen de transacciones. Les siguen el arte digital y la música, pero lo más sorprendente es que los tokens inmobiliarios y de moda están creciendo silenciosamente. El valor de mercado de los certificados inmobiliarios tokenizados ya ha superado los 1.400 millones de dólares, y los NFT de moda y wearables digitales están a punto de alcanzar los 900 millones.

Hay otra tendencia que no se puede pasar por alto: los NFT "phygital" (físicos + digitales) vinculados a productos reales han aumentado un 60% interanual. Las marcas de lujo están experimentando con este nuevo modelo, utilizando los tokens para conectar la experiencia de compra online y offline.

En resumen, los NFT han dejado de ser meras herramientas especulativas y están empezando a convertirse en infraestructuras para aplicaciones reales.