En las últimas 24 horas, se han activado tres señales al mismo tiempo: los veteranos del mercado saben que esta clase de resonancia no es habitual.
Empecemos por lo más evidente. El vicegobernador de Texas, Dan Patrick, ha anunciado oficialmente que su gobierno estatal ya ha adquirido Bitcoin. Se trata del primer gobierno estatal de EE. UU. que declara públicamente poseer criptomonedas. Y lo más contundente es la segunda parte de su declaración: quiere, junto al actual gobierno, convertir Texas en "el centro estadounidense de los activos digitales". Con las instituciones gubernamentales entrando en escena, ¿puede ser más claro el mensaje?
La segunda señal está algo más oculta. Los últimos datos publicados por la Reserva Federal muestran que el sistema bancario estadounidense ha absorbido casi 100.000 millones de dólares en depósitos en solo una semana. Este volumen es imposible para los inversores minoristas. El gran capital está reposicionándose en silencio; un movimiento de fondos de esta magnitud suele tener un solo motivo: tomar posición antes de que llegue el momento.
La tercera es la más intrigante. Una dirección de Bitcoin que llevaba más de 13 años inactiva se ha activado de repente, transfiriendo 1.000 BTC, lo que equivale, al precio actual, a unos 90 millones de dólares. La última vez que esta dirección estuvo activa, el Bitcoin costaba apenas 11 dólares. Cuando cuentas "fósiles" de este tipo despiertan de repente, la experiencia histórica nos dice que suele ser un indicio de que algo va a cambiar.
¿Coincidencia? Muy poco probable.
A nivel macro, las expectativas de recorte de tipos por parte de la Reserva Federal son cada vez más fuertes, y la probabilidad de que se abra la ventana de liquidez va en aumento. Al mismo tiempo, la regulación no se queda atrás: el Departamento de Justicia de EE. UU. ha recuperado recientemente, a través de un proceso civil de decomiso, cerca de 1,7 millones de dólares en criptoactivos relacionados con casos judiciales. El control sigue ahí, pero el dinero ya empieza a fluir por canales regulados.
El sentimiento del mercado también está en ebullición. Cuando la política comienza a flexibilizarse y el muro entre el sistema financiero tradicional y los activos digitales empieza a resquebrajarse, el capital siempre busca destino. El CEO de Exodus lo ha dicho claro: para 2026, el objetivo del Bitcoin es 200.000 dólares.
¿Suena exagerado? Pero viendo el panorama actual, las fuerzas a nivel soberano y la fe en la descentralización están chocando de una manera nunca vista. Algunos ya han empezado a moverse.
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rekt_but_vibing
· hace15h
Texas anuncia oficialmente la tenencia de criptomonedas, cuentas inactivas despiertan y grandes capitales se están moviendo en silencio... Si estas tres cosas ocurren al mismo tiempo, eso sería una señal combinada.
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HalfIsEmpty
· hace15h
Texas anuncia oficialmente la tenencia de criptomonedas... Esta vez de verdad parece que va en serio, pero hay que tener cuidado con la confiscación de esos 1.700.000 dólares; el camino de la regulación aún hay que recorrerlo bien.
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NFTBlackHole
· hace16h
Tres señales estallan al mismo tiempo, este movimiento realmente es inusual. En Texas se entra directamente a la mesa, el gran capital está reposicionándose en la sombra y una dirección antigua que llevaba 13 años dormida se ha despertado. La verdad, es bastante fuerte.
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MemeTokenGenius
· hace16h
¿Hostia, Texas directamente a la entrada? Esta vez no se andan con rodeos, de verdad han llegado.
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OldLeekMaster
· hace16h
Texas se lanza a la innovación, la Reserva Federal imprime dinero, direcciones de hace 13 años despiertan... Este ritmo realmente es insostenible.
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LayerZeroHero
· hace16h
La afirmación sobre la resonancia de tres señales es interesante, pero hay que analizar los datos por separado. El hecho de que Texas mantenga activos en criptomonedas es realmente un giro en las señales políticas, pero ese flujo de depósitos de 100.000 millones de dólares, ¿realmente corresponde a las criptos? Hay que rastrear los datos on-chain para poder verificarlo. La reactivación de cuentas fósiles de 2013 sí que es extraña, pero una única transferencia de gran volumen puede ser sobreinterpretada, así que su valor como referencia histórica es limitado.
En las últimas 24 horas, se han activado tres señales al mismo tiempo: los veteranos del mercado saben que esta clase de resonancia no es habitual.
Empecemos por lo más evidente. El vicegobernador de Texas, Dan Patrick, ha anunciado oficialmente que su gobierno estatal ya ha adquirido Bitcoin. Se trata del primer gobierno estatal de EE. UU. que declara públicamente poseer criptomonedas. Y lo más contundente es la segunda parte de su declaración: quiere, junto al actual gobierno, convertir Texas en "el centro estadounidense de los activos digitales". Con las instituciones gubernamentales entrando en escena, ¿puede ser más claro el mensaje?
La segunda señal está algo más oculta. Los últimos datos publicados por la Reserva Federal muestran que el sistema bancario estadounidense ha absorbido casi 100.000 millones de dólares en depósitos en solo una semana. Este volumen es imposible para los inversores minoristas. El gran capital está reposicionándose en silencio; un movimiento de fondos de esta magnitud suele tener un solo motivo: tomar posición antes de que llegue el momento.
La tercera es la más intrigante. Una dirección de Bitcoin que llevaba más de 13 años inactiva se ha activado de repente, transfiriendo 1.000 BTC, lo que equivale, al precio actual, a unos 90 millones de dólares. La última vez que esta dirección estuvo activa, el Bitcoin costaba apenas 11 dólares. Cuando cuentas "fósiles" de este tipo despiertan de repente, la experiencia histórica nos dice que suele ser un indicio de que algo va a cambiar.
¿Coincidencia? Muy poco probable.
A nivel macro, las expectativas de recorte de tipos por parte de la Reserva Federal son cada vez más fuertes, y la probabilidad de que se abra la ventana de liquidez va en aumento. Al mismo tiempo, la regulación no se queda atrás: el Departamento de Justicia de EE. UU. ha recuperado recientemente, a través de un proceso civil de decomiso, cerca de 1,7 millones de dólares en criptoactivos relacionados con casos judiciales. El control sigue ahí, pero el dinero ya empieza a fluir por canales regulados.
El sentimiento del mercado también está en ebullición. Cuando la política comienza a flexibilizarse y el muro entre el sistema financiero tradicional y los activos digitales empieza a resquebrajarse, el capital siempre busca destino. El CEO de Exodus lo ha dicho claro: para 2026, el objetivo del Bitcoin es 200.000 dólares.
¿Suena exagerado? Pero viendo el panorama actual, las fuerzas a nivel soberano y la fe en la descentralización están chocando de una manera nunca vista. Algunos ya han empezado a moverse.