Para ser sincero, ¿quién no ha hecho alguna vez la tontería de “soñar con la libertad financiera con apenas unos miles de euros” cuando era joven?
Hace cinco años, entré en este mercado con 2000 euros en el bolsillo. Por aquel entonces solo tenía una idea en la cabeza: si otros pueden duplicar su dinero, ¿por qué yo no? Ahora que lo pienso, era como lanzarse de cabeza al abismo con la cartera en la mano.
¿Gestión de riesgos? Eso no existía. Ir con todo era lo habitual; si perdía, aguantaba hasta el final, y nunca ponía un stop loss. Cuando la cuenta bajó de 2000 a unos pocos cientos, seguía autoengañándome: “Seguro que la siguiente operación lo recupero.” El resultado era previsible: después de una serie de liquidaciones, la cuenta quedó a cero y entonces por fin me di cuenta de la realidad: no era cuestión de suerte, sino que la forma de jugar era errónea. No haber invertido todos mis ahorros ya fue como salvarme la vida.
Lo que realmente me hizo resurgir no fue la suerte ni ninguna estrategia secreta, sino dos palabras: **revisión**.
Esta es la primera lección que quiero compartir: quien no tenga el hábito de revisar sus operaciones, no está capacitado para hablar de trading. Saqué todas mis órdenes históricas y las analicé una a una, y descubrí que cada liquidación seguía un patrón: o abría posiciones a ciegas por intuición, o al ganar un poco me venía arriba y doblaba la apuesta, o por confiar en la suerte no ponía ninguna protección. Después me impuse una norma: en cada operación tengo que dejar constancia de tres preguntas: ¿qué señal sirvió de base para entrar? ¿Qué porcentaje del capital total estoy usando? ¿En qué precio he puesto el stop loss? Si no lo podía escribir claro, esa operación la descartaba.
Segunda lección: no busques usar muchas herramientas, busca dominar una. Probé todo tipo de indicadores llamativos, pero al final me centré en las bandas de Bollinger. Pero lo importante no es memorizar los parámetros: la mayoría solo mira los extremos para adivinar la dirección, pero ignora la lógica esencial: cuando la banda se estrecha, el mercado está preparando un gran movimiento; cuando se ensancha, empieza la tendencia; y para distinguir entre ruptura real o falsa, todo depende de si hay una confirmación en el retroceso. Por ejemplo...
(Original sin finalizar, continuará)
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LayoffMiner
· hace21h
Tío, ¿no es esto una copia exacta de mí hace cinco años? Yo también aposté todo mi capital en su momento, y ahora que lo pienso, me da un miedo de la hostia.
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FlashLoanLord
· hace22h
Tío, lo que dices sobre repasar es muy cierto, pero hablando de eso, cuando tenía 2000 yuanes yo también hacía lo mismo, jaja.
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FadCatcher
· hace22h
Así es, meterse soñando con 2000 yuanes es realmente buscarse la ruina y acabar liquidado.
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WenMoon
· hace22h
De verdad, yo también lo hice de apostar todo con 2000 yuanes, ahora que lo pienso es una locura jajaja
Eso de hacer un repaso está bien dicho, solo que demasiada gente es demasiado perezosa para hacerlo, yo también estoy atascado en eso ahora mismo
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DeFi_Dad_Jokes
· hace23h
Revisar lo ocurrido es realmente increíble, es más útil que cualquier truco.
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LiquidityNinja
· hace23h
Me juego los 2000 pavos hasta hacerme un margin call, este truco me lo conozco de sobra jajaja
Para ser sincero, ¿quién no ha hecho alguna vez la tontería de “soñar con la libertad financiera con apenas unos miles de euros” cuando era joven?
Hace cinco años, entré en este mercado con 2000 euros en el bolsillo. Por aquel entonces solo tenía una idea en la cabeza: si otros pueden duplicar su dinero, ¿por qué yo no? Ahora que lo pienso, era como lanzarse de cabeza al abismo con la cartera en la mano.
¿Gestión de riesgos? Eso no existía. Ir con todo era lo habitual; si perdía, aguantaba hasta el final, y nunca ponía un stop loss. Cuando la cuenta bajó de 2000 a unos pocos cientos, seguía autoengañándome: “Seguro que la siguiente operación lo recupero.” El resultado era previsible: después de una serie de liquidaciones, la cuenta quedó a cero y entonces por fin me di cuenta de la realidad: no era cuestión de suerte, sino que la forma de jugar era errónea. No haber invertido todos mis ahorros ya fue como salvarme la vida.
Lo que realmente me hizo resurgir no fue la suerte ni ninguna estrategia secreta, sino dos palabras: **revisión**.
Esta es la primera lección que quiero compartir: quien no tenga el hábito de revisar sus operaciones, no está capacitado para hablar de trading. Saqué todas mis órdenes históricas y las analicé una a una, y descubrí que cada liquidación seguía un patrón: o abría posiciones a ciegas por intuición, o al ganar un poco me venía arriba y doblaba la apuesta, o por confiar en la suerte no ponía ninguna protección. Después me impuse una norma: en cada operación tengo que dejar constancia de tres preguntas: ¿qué señal sirvió de base para entrar? ¿Qué porcentaje del capital total estoy usando? ¿En qué precio he puesto el stop loss? Si no lo podía escribir claro, esa operación la descartaba.
Segunda lección: no busques usar muchas herramientas, busca dominar una. Probé todo tipo de indicadores llamativos, pero al final me centré en las bandas de Bollinger. Pero lo importante no es memorizar los parámetros: la mayoría solo mira los extremos para adivinar la dirección, pero ignora la lógica esencial: cuando la banda se estrecha, el mercado está preparando un gran movimiento; cuando se ensancha, empieza la tendencia; y para distinguir entre ruptura real o falsa, todo depende de si hay una confirmación en el retroceso. Por ejemplo...
(Original sin finalizar, continuará)