Recientemente, una actriz compartió su opinión sobre cómo ha cambiado la industria del entretenimiento. Señaló que el cine y la televisión ya no tratan realmente de contar historias; se han transformado en algo completamente distinto. Ahora todo gira en torno a captar la atención del público y no soltarla.
Las redes sociales han cambiado las reglas del juego. Las plataformas han entrenado a todos para desplazarse sin parar, persiguiendo ese próximo subidón de dopamina. Ahora las producciones se diseñan de la misma manera. Enganchar al espectador rápido y mantenerlo enganchado el mayor tiempo posible. ¿El arte? Ha pasado a un segundo plano frente a la economía de la atención.
Y esto no es solo un problema de Hollywood. Cada creador de contenido, cada plataforma, cada proyecto que lucha por visibilidad se enfrenta a la misma batalla. Ya sea una película de dos horas o un clip de dos minutos, la moneda es la atención. O la capturas, o la pierdes.
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ThatsNotARugPull
· 12-06 15:37
El tráfico es el rey.
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P2ENotWorking
· 12-06 15:31
La cultura de la comida rápida devora el arte
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WalletDetective
· 12-06 15:24
La obsesión por el tráfico mata personas
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AirdropDreamer
· 12-06 15:24
La esencia de la “neijuan” (competencia interna excesiva) es el tráfico.
Recientemente, una actriz compartió su opinión sobre cómo ha cambiado la industria del entretenimiento. Señaló que el cine y la televisión ya no tratan realmente de contar historias; se han transformado en algo completamente distinto. Ahora todo gira en torno a captar la atención del público y no soltarla.
Las redes sociales han cambiado las reglas del juego. Las plataformas han entrenado a todos para desplazarse sin parar, persiguiendo ese próximo subidón de dopamina. Ahora las producciones se diseñan de la misma manera. Enganchar al espectador rápido y mantenerlo enganchado el mayor tiempo posible. ¿El arte? Ha pasado a un segundo plano frente a la economía de la atención.
Y esto no es solo un problema de Hollywood. Cada creador de contenido, cada plataforma, cada proyecto que lucha por visibilidad se enfrenta a la misma batalla. Ya sea una película de dos horas o un clip de dos minutos, la moneda es la atención. O la capturas, o la pierdes.