El 6 de diciembre fue un día bastante interesante; el sentimiento en Wall Street fue como una montaña rusa: el pánico llegó rápido y se fue igual de rápido.

Tras la publicación de datos económicos como el informe ADP y el PCE, básicamente se confirmó una cosa: la Reserva Federal probablemente bajará los tipos de interés la próxima semana. El mercado dejó de estar nervioso de inmediato y todos volvieron a apostar por los activos de riesgo, y esta vez con bastante convicción, ya que la volatilidad se mantuvo muy baja.

En resumen, ahora todo el mundo está pendiente de la decisión sobre los tipos de interés de la Reserva Federal la próxima semana. Después de todo, los datos de empleo en Estados Unidos han sido tan débiles últimamente que la bajada de tipos parece casi segura. La próxima semana, toda la atención del mercado estará puesta en esto: cuánto bajarán, cómo lo harán y qué políticas seguirán después; todo dependerá del anuncio oficial.