Bruselas ha estado reforzando su control sobre X desde la adquisición por parte de Musk. En junio de 2023, los reguladores iniciaron una investigación exhaustiva sobre los mecanismos de seguridad de la plataforma, en concreto cómo gestiona los discursos de odio y la difusión de información falsa. La situación se agravó rápidamente. En octubre de ese mismo año, X recibió una carta de advertencia formal de parte de las autoridades de la UE, que acusaban a la plataforma de permitir que la desinformación se propagara sin control durante el conflicto en Israel. La carta no fue solo un simple toque de atención: marcó el inicio de un prolongado enfrentamiento entre la visión de Musk sobre la libertad de expresión y las estrictas normas europeas de moderación de contenidos. Esta cronología muestra cómo el cumplimiento ya no es opcional, especialmente cuando operas a escala global.