Justo cuando el mercado no dejaba de caer, llegó de repente una noticia desde la SEC de EE. UU.: el presidente Paul Atkins hizo un llamamiento público diciendo que quiere "abrir una vía de cumplimiento normativo" para la innovación en blockchain.

Estas palabras no son poca cosa. Atkins fue directo en el Comité Asesor de Inversores: “¿Quieres innovar, atraer inversiones y crear empleo en EE. UU.? Entonces hay que dar a los actores del mercado una vía regulatoria clara por la que puedan transitar, permitiéndoles aprovechar al máximo las capacidades únicas de estas nuevas tecnologías”.

Cuando dijo esto, Bitcoin estaba pasando por un par de días bastante duros. A principios de diciembre, el precio seguía cayendo, llegando a perforar el umbral psicológico de 89.000 dólares. Las acciones relacionadas con criptomonedas también estaban de capa caída, y todo el mercado se encontraba envuelto en un sentimiento de incertidumbre.

Sin embargo, la tendencia en materia regulatoria parece estar cambiando. Esta reunión de la SEC reunió tanto a grandes figuras de las finanzas tradicionales como a representantes del sector cripto: altos cargos de empresas como Citadel Securities, Coinbase y Galaxy estuvieron presentes. Todos debatieron acaloradamente sobre la regulación de la tokenización, con posturas muy diferentes y un ambiente bastante tenso.

El mercado es volátil, la regulación se flexibiliza y las fuerzas tradicionales y emergentes entablan diálogo. Estos momentos tan delicados suelen indicar que algo está a punto de cambiar. ¿Será que la postura de Atkins traerá realmente un ajuste sustancial en las políticas? Probablemente, eso es lo que todos están observando de cerca ahora mismo.

Al fin y al cabo, si se abre ese canal de cumplimiento, el panorama podría cambiar por completo.