A las tres de la madrugada, las colillas de cigarro ya llenan el cenicero. Miro fijamente el número "1200" en mi cuenta de trading y siento como si me hubieran dado una bofetada. Hace tres meses entré en el mercado con veinte mil euros y toda la confianza del mundo; ahora, hasta para cenar tengo que mirar la cartera dos veces. El dedo se queda mucho rato sobre el botón de desinstalar la app, pero al final me bebo media botella de cerveza fría de un trago: "No me rindo, tengo que recuperar este dinero sí o sí".

Ahora que lo pienso, esa época oscura en la que casi lo pierdo todo se ha convertido en mi "rito de madurez" en el mercado cripto. Saqué todo el historial de operaciones de la cuenta y fui subrayando con boli las cosas importantes: al ver esas decisiones impulsivas, me entraron sudores fríos. El 90% de las pérdidas fue por "operar por intuición", "seguir rumores" y "no saber cortar pérdidas".

Después de tocar fondo, me puse serio con la lógica del trading y a base de insistir saqué 7 "reglas de supervivencia". En medio año, la cuenta subió de 1200 a 280.000. No pienses que es magia; esto no es suerte, es aprendizaje comprado con dinero real. Hoy saco a la luz estos principios que guardaba como oro en paño; te recomiendo que guardes cada uno en el móvil y los repases una y otra vez:

**Primera regla: Cuando no entiendas el mercado, estar en liquidez es mil veces mejor que moverse a lo loco**
Conduciendo rápido en niebla espesa no es valentía, es buscarse la ruina. Mucha gente teme "perderse oportunidades", y aunque el mercado esté más revuelto que una olla de sopa, se lanzan a comprar sin pensar. Yo también era así, escuchaba que "tal concepto va a despegar ya mismo", ni miraba el gráfico y me metía... para acabar atrapado por completo. Más tarde entendí que, cuando el mercado está caótico, lo más inteligente es "hacerse el muerto". Guarda la munición, espera a que la señal sea clara y entonces actúa; eso es una defensa de primera.

**Segunda regla: No pienses en holdear monedas de moda mucho tiempo, entrar y salir rápido es el camino correcto**
Las modas en el sector son como tormentas de verano: llegan rápido y se van igual de rápido.