La semana pasada conecté con un amigo que hace negocios transfronterizos en Ciudad de México. Sostenía su café mientras se quejaba: la rentabilidad de los bonos locales no está mal, pero cada vez que quiere mover liquidez en dólares, tiene que pasar por tres o cuatro pasos de transferencias. Si el tipo de cambio fluctúa, la mitad de las ganancias se evaporan.

Luego le mencioné de pasada el producto CETES de Etherfuse. Sus ojos se iluminaron al instante: "¿Dices ese que permite obtener rendimientos directamente en blockchain?" Exacto. Esto no solo digitaliza los activos, sino que elimina la capa de intermediarios y sus comisiones. El mundo cripto debería servir para esto: no para mirar velas y apostar a la subida o bajada, sino para que la herramienta sea solo una herramienta y la gente corriente pueda tocar el pomo de la puerta de la globalización.

Así que hoy no voy a hablar de temas de hype. Solo contaré lo que están haciendo Etherfuse y Falcon Finance: uno profundizando en mercados emergentes, el otro conectando la infraestructura básica de DeFi. Los bonos soberanos de México, resulta que han encontrado una vía innovadora con ellos.

Anoche lo probé yo mismo, depositando algunos activos simulados en la plataforma Falcon. ¿Y cómo describir la sensación? Como si por fin encontrara, dentro del mundo DeFi, una ventana que no estuviera dominada completamente por la hegemonía del dólar.

Primero, Etherfuse. Este proyecto lleva la esencia latinoamericana en su ADN. El fundador, Dave Taylor, antes trabajó en Apple y Boeing, y en 2021 de repente se metió de lleno en el mundo cripto, solo para resolver un viejo problema: la gente en mercados emergentes tiene pesos, reales, y si quiere entrar en DeFi primero debe cambiarlos por USDC. ¿Las comisiones intermedias? Dan para comer tacos en la calle durante una semana.

El producto principal de Etherfuse se llama Stablebo—