#数字货币市场洞察 Conocí a un viejo trader, de 48 años, que lleva doce años en el mercado cripto. Empezó con veinte mil yuanes, y ahora su cuenta ya tiene ocho cifras.

Lo curioso es que su vida es de lo más sencilla: vive en un barrio normal, se mueve en moto eléctrica, y cuando va al mercado a comprar verduras hasta regatea con las señoras mayores. Dice que le gusta esa sensación de vida cotidiana, que le ayuda a mantener los pies en la tierra.

Ha conseguido multiplicar así su capital no gracias a información privilegiada ni a la suerte, sino a base de insistir en unas cuantas reglas. Creo que son cosas muy valiosas, así que las comparto:

**Al analizar el mercado, hay que fijarse en el ritmo.** Si tras una subida rápida el precio cae poco a poco, suele ser que alguien está acumulando discretamente; no te dejes asustar por pequeñas fluctuaciones. Pero si tras un desplome el rebote es débil, normalmente es que los grandes están retirándose: intentar hacer "buy the dip" ahí suele ser caer en la trampa de otros.

**Un aumento de volumen en máximos no siempre es señal de final.** Muchas veces solo indica un cambio de manos; el verdadero peligro es cuando el mercado cae con poco volumen, porque significa que nadie quiere comprar. En cuanto a los suelos, un pico aislado de volumen puede ser una trampa alcista; tiene que haber varios picos de volumen para indicar que el dinero realmente está entrando y el consenso se está formando.

**Los indicadores técnicos importan menos que el sentimiento.** Por mucho que domines los gráficos, al final quienes operan son personas. El volumen es la manifestación más directa del sentimiento de mercado; los indicadores complejos, en cambio, a menudo solo confunden.

La regla más importante, él la llama el método del "sin": no obsesionarse con un precio concreto, no dejarse llevar por la avaricia cuando se gana ni por el pánico cuando se pierde. Solo quien sabe esperar en liquidez sin operar merece pillar las verdaderas grandes tendencias.

En el mundo cripto, el mayor rival nunca son los market makers ni las velas, sino uno mismo. Hay mercados todos los días, pero solo quienes mantienen la calma, controlan su impulso y cuidan su posición consiguen reír los últimos.