Hoy he probado este nuevo protocolo de pagos. He pagado la factura de la luz con él. He ido al supermercado. También he cubierto el alquiler de este mes.

Todo ha ocurrido on-chain. He elegido el token que me ha apetecido. ¿El proceso? Más suave que la seda. 🔥

Pero espera, hay más.

Incluso he comprado un regalo de Navidad usando el mismo sistema. Ah, y he pagado mi suscripción a Starlink.

Cripto directamente en transacciones del mundo real. Instantáneo. Sin bancos de por medio. Sin procesadores de pagos llevándose su parte.

Esto es lo que significa la utilidad real cuando los protocolos cubren necesidades cotidianas. ¿La brecha entre blockchain y la vida diaria? Se está acortando cada día más.