Cuando LUNA se fue a cero aquel día, mi cuenta pasó de un millón directamente a 30.000 U.

Me quedé media hora sentado frente al ordenador, con la mente en blanco. En ese momento solo tenía un pensamiento: olvídate de recuperar, ahora lo importante es no morir.

Después empecé a jugar al “rollover”. Muchos dicen que esta estrategia es demasiado agresiva, pero gracias a ella, en 6 meses pasé de 30.000 a 1.570.000.

¿Cómo lo hice? Cuatro reglas inquebrantables.

**Primera regla: la posición inicial nunca supera el 10%**

Empecé con 3.000 U, si perdía 150, cortaba. Si alguien me decía “espera, que va a recuperar”, lo eliminaba directamente de amigos. Es la línea roja para sobrevivir, no hay discusión.

**Segunda regla: solo se juega con las ganancias, el capital inicial ni se toca**

La primera vez gané 900, y enseguida saqué los 3.000 iniciales. Lo que queda son ganancias, y con eso sigo aumentando posición para la siguiente ronda. Ganancias sobre ganancias, el capital inicial nunca vuelve.

Así, aunque reviente, no duele; y si sube, puedes aguantar.

En esa ronda de ETH doblé cuatro veces seguidas: 3.000→3.900→5.250→7.120… cada vez que aumentaba la posición, si me retrasaba un segundo, ya no servía.

**Tercera regla: hay que atreverse a mantener las ganancias; si no, nunca remontarás**

Muchos se salen con un 8% y se asustan si retrocede un 3%. Así no se gana de verdad.

En el colapso de FTX aprendí la peor lección: me quedé con 370.000 U sin salir, y en un día bajó a 120.000. Ese dolor es peor que el de una liquidación.

Desde entonces: si sube un 15%, subo el stop loss al 12%. Si la tendencia se rompe, me salgo al instante. Sin vacilar, sin ilusiones.

**Cuarta regla: no idolatres la técnica ni divinices la estrategia**

Solo creo en una cosa: usar ganancias para apostar por más ganancias, y usar reglas para sobrevivir.

El que remonta lo hace con lógica, el que revienta lo hace por sensaciones.

Esos que siempre piensan en recuperar con la siguiente operación, al final siempre son la contrapartida de otro. Como me pasó a mí.

Quizá ahora tú también estés en ese agujero de los 30.000 U: ansiedad diaria, impulsividad, insomnio, las manos te tiemblan en cuanto ves los números en rojo. Lo sé, porque yo también he pasado por eso.

Pero mi situación actual quizá sea la que tú puedes alcanzar con un poco más de disciplina y firmeza.

Esto no es una historia motivacional, es una lección pagada con sangre. El mundo cripto nunca premia las emociones, solo premia a quienes ejecutan bien.

La luz ya está encendida, si te atreves a avanzar depende de ti.