#美联储重启降息步伐 Un asunto que suena casi increíble ha sacudido el círculo cripto: Andy Beal, el patrocinador que está detrás de cierto expresidente de Estados Unidos, ha irrumpido directamente en el campo de los préstamos de activos digitales con su propio banco Monet, que no llega a los 6.000 millones de dólares de activos.

Sinceramente, resulta sorprendente que este pequeño banco comunitario se atreva a proclamar que quiere convertirse en "el banco de infraestructura del sector cripto". Al fin y al cabo, la mayoría de la gente asocia a las entidades bancarias tradicionales con una actitud cauta y conservadora respecto a las criptomonedas, por no hablar de lanzarse activamente a posicionarse en el sector.

Sin embargo, si lo miramos desde otro ángulo, este asunto también transmite algunas señales positivas.

Primero hay que reconocer que el hecho de que una entidad financiera tradicional esté dispuesta a meterse en este lío, al menos indica que el muro entre el mundo cripto y el sistema financiero tradicional empieza a resquebrajarse. ¿Y para el usuario común? Pues supone una vía más de préstamos regulados, lo que da más flexibilidad a la hora de mover fondos; en definitiva, no es algo negativo.

Pero, dicho esto, conviene mantener la calma y analizar lo esencial.

¿Son fiables los mecanismos de control de riesgos de este nuevo modelo? ¿Podrá funcionar realmente el modelo de negocio? Todo ello está por ver y necesitará tiempo para que el mercado lo demuestre. Para nosotros, los inversores, la postura más sensata es: mantenernos atentos, pero sin dejarnos llevar por la euforia. Podemos seguir de cerca el ritmo de lanzamiento de sus productos y el feedback de los usuarios, y después de entender bien las reglas del juego, probar con una pequeña cantidad de dinero; pero, por favor, no os lancéis a invertir todo solo porque veáis etiquetas como "apoyo de grandes figuras" o "licencia bancaria".

En el mercado cripto nunca faltan cisnes negros; mantener la razón es la clave para sobrevivir.