¿Te has dado cuenta? Cada vez que el Banco de Japón juega la carta de subir los tipos de interés, el mundo cripto tiene que bailar al mismo ritmo, y encima los pasos son bastante predecibles.

Mira esta ronda de este año: subida de tipos el 28 de enero, y en los días siguientes fue una auténtica masacre: el Bitcoin cayó 15.000 puntos del 31 de enero al 2 de febrero, y Ethereum aún peor, de 3160 se desplomó hasta 2080. Pero estos movimientos violentos suelen ser tan rápidos como fugaces: tras la sacudida, entramos en un largo periodo de consolidación. Tras dos meses de volatilidad, el 7 de abril tocó suelo en 74.457, y luego empezó a subir poco a poco, tardó medio año en llegar al techo de 126.208 el 6 de octubre.

Si miras hacia atrás: la subida de tipos del 28 de julio del año pasado fue exactamente el mismo guion. Del 2 al 5 de agosto, Bitcoin cayó 17.000 puntos, Ethereum se desplomó de 3227 a 2112. Tras el latigazo, otros 80 días de tira y afloja, tocando fondo en 48.888 el 5 de agosto y no superó los 100.000 hasta el 5 de diciembre.

Este tipo de movimientos extremos no se ganan por velocidad, hay que posicionarse con antelación. Caídas y rebotes rápidos seguidos de bajadas y subidas lentas, y entre medias hay espacio de sobra de varios miles de puntos para aprovechar varias rondas. Los que saben, ya entienden; los que no, que revisen dos veces más los gráficos históricos.