Rubio hizo un comentario interesante recientemente. Admite que no ha visto ese documental del que todos hablan, pero aquí está lo importante: han estado volando cosas por el espacio aéreo restringido y, cuando se les pregunta, los funcionarios del gobierno insisten en que no son suyas. Entonces, ¿de quién son? La falta de respuestas claras no hace más que alimentar la especulación. Tanto si crees en teorías de la conspiración como si simplemente cuestionas las narrativas oficiales, este tipo de respuesta ambigua del gobierno nunca resulta convincente. Es otro recordatorio de que la transparencia sigue siendo esquiva cuando se trata de fenómenos inexplicables en nuestros cielos.