Últimamente, lanzar noticias en este momento es señal clara de que ya no pueden aguantar más.

Veamos dos cifras: la deuda pública de EE.UU. ya ha superado los 30 billones de dólares, y solo en intereses se queman 1,2 billones al año. Más grave aún, las reservas bancarias se evaporaron en 38.300 millones en solo una semana; el dinero en el mercado se está volviendo escaso a ojos vista. La deuda crece como una bola de nieve, la liquidez se reduce y es posible que no les quede otra que recurrir a una bajada de tipos.

¿Y esto, qué tiene que ver con nosotros?

Si finalmente bajan los tipos, podría volver a abrirse la compuerta del dinero global. El capital tradicional lleva tiempo buscando nuevos refugios. Hace poco, el fundador de una gran institución afirmó públicamente que la capitalización de Bitcoin podría llegar a los 200 billones de dólares en 20 años: lo considera una reserva dura contra el riesgo de las monedas soberanas.

Hasta el FMI se ha inquietado últimamente, advirtiendo de que las stablecoins pueden tambalear los cimientos del poder de los bancos centrales. Suena a preocupación, pero en realidad no hace más que demostrar que las monedas digitales están transformando el sistema financiero.

Anoche hubo otro detalle: 77.860.000 tokens ASTER fueron enviados directamente a una dirección de quema, destruyéndose para siempre. Este tipo de operación de deflación extrema ya no sorprende en el mundo de las meme coins. Tanto si hablamos de inyecciones de liquidez a nivel macro, como de la lucha interna de oferta y demanda en el sector cripto, la narrativa de la liquidez podría volver a ser el tema dominante.

Un recordatorio: todo esto es solo un resumen informativo, no un consejo de inversión. El mercado está muy volátil, investiga a fondo y gestiona bien tu posición.

¿Tú qué opinas? ¿Esta vez van en serio, o es solo una maniobra más? ¿Ajustarás tu cartera en consecuencia?