El puesto de presidente de la Reserva Federal se ha convertido últimamente en un marrón que nadie quiere coger.

¿Por qué? Porque quien lo ocupe tendrá que hacer dos cosas contradictorias: por un lado, impulsar recortes de tipos para estimular la economía, y por otro, contener la inflación para que los precios no se disparen. ¿No es una situación de lo más complicada? Incluso Hassett, que está siendo señalado, seguramente tendrá sus dudas: si los recortes de tipos no funcionan, seguro que le lloverán las críticas.

¿Y esto qué tiene que ver con nuestras criptomonedas? Muchísimo.

Cuando la política de la Fed entra en punto muerto, el ánimo del mercado va de un lado a otro. Hoy todos piensan que llegan políticas expansivas y el precio de las monedas se dispara; mañana cambia el viento y toca temer el endurecimiento, con la consiguiente bajada. Este tira y afloja a corto plazo es casi inevitable.

Unos consejos prácticos:
Si tienes posiciones en monedas principales, no te asustes por pequeñas caídas y vendas todo; solo quien aguanta tiene opciones. Si vas a entrar, no lo metas todo de golpe; mejor compra poco a poco con dinero que no necesites. ¿Y las altcoins desconocidas? Ni las toques.

En el fondo, esto es “una guerra de emociones”. No hace falta lanzarse de cabeza a ser leña del fuego, observar y esperar puede ser más inteligente: si hay una caída fuerte, recoge algo; si sube, no te dejes llevar por la avaricia y persigas el precio. Cuando el mercado parece más animado, es justo cuando más frialdad hace falta. Separa expectativas de realidad y espera señales claras de tendencia antes de moverte.