El fabricante de chips, a menudo considerado como la alternativa nacional a Nvidia, acaba de causar sensación en su debut en bolsa. Moore Threads vio cómo el precio de sus acciones se disparaba más de un 400% en el primer día de cotización, tras una salida a bolsa de 1.100 millones de dólares.

Este inicio explosivo refleja el fuerte apetito de los inversores por las empresas de semiconductores, especialmente aquellas posicionadas en el sector de chips de IA. El aumento de la valoración de la compañía indica la confianza del mercado en las capacidades nacionales de GPU, aunque los escépticos se preguntan si el entusiasmo se mantendrá una vez que llegue la hora de la verdad.

Aunque las comparaciones con Nvidia son halagadoras, el futuro implica demostrar capacidad de ejecución y navegar en un entorno cada vez más competitivo. Por ahora, los primeros inversores celebran un arranque espectacular.