¿Has caído alguna vez en la trampa de perseguir subidas y vender en las caídas? Ves que una moneda se dispara y te entra el gusanillo, entras tarde y te conviertes en el último en comprar, solo para ver cómo al día siguiente empieza una lenta caída. O piensas que el precio ya está lo suficientemente bajo como para comprar en el suelo, pero cuanto más compras, más baja, y acabas atrapado sin salida. Ganas un poco y sales corriendo, pero cuando pierdes mucho te aferras y no quieres vender, esperando un milagro. ¿Cuánta gente ha pasado ya por estas situaciones?

En realidad, el mercado cripto no va de suerte. Los que sobreviven a los ciclos de toros y osos, e incluso multiplican su patrimonio decenas o cientos de veces, lo consiguen gracias a una férrea gestión del riesgo y dejando que los beneficios crezcan libremente. He visto a gente convertir 10.000 euros en 500.000, sin ningún truco mágico, solo aplicando unas reglas de hierro a rajatabla.

**Empecemos por la gestión del capital, la línea roja para sobrevivir.**

Muchos pierden todo por esas cuatro palabras: "apostar todo a una sola jugada". Si fallas, quedas fuera. ¿Cómo lo hacen los expertos? Dividen el dinero, reparten el riesgo:

Divide el capital total en 5 partes y usa solo 1 parte en cada operación. Así, aunque te equivoques en una, las otras 4 siguen intactas.

Pon siempre un límite de pérdidas en cada operación: no pierdas más del 10% de esa parte del capital en una sola operación. Así, cada pérdida representa menos del 2% de tu capital total.

¿Te parece demasiado conservador? Haz cuentas: incluso si fallas 5 veces seguidas, solo pierdes un 10% en total. Pero en cuanto enganches una buena tendencia, recuperas lo perdido y ganas más. En el mercado nunca faltan oportunidades, lo que escasea es la habilidad de "aguantar vivo hasta que llegue la oportunidad".

**Ahora, operar a favor de la tendencia. No vayas contra el mercado.**

Muchos pierden dinero por intentar constantemente comprar en mínimos o vender en máximos, creyendo que pueden predecir el giro del mercado. Pero cuando una tendencia se consolida, su inercia es más fuerte de lo que imaginas. En una tendencia alcista, en vez de preocuparte cada día por "¿será este el techo?", sigue la tendencia y deja correr las ganancias. En una tendencia bajista, no sueñes con un rebote inmediato: corta las pérdidas cuando toque y no te aferres a la esperanza.

Recuerda esto: pequeñas pérdidas siguiendo la tendencia son aceptables, grandes pérdidas yendo en contra te pueden arruinar.