Después de estrellarme incontables veces con poco capital, esta vez por fin he dado con la clave: de 680 U a 19.000 U. Sinceramente, yo mismo estuve atónito varios días.

No es por presumir, pero esta vez para remontar de verdad no ha sido cuestión de suerte. A mi alrededor muchos están pendientes del mercado todo el día y pierden hasta la camisa, mientras yo cada vez opero con más soltura. La clave son tres palabras: seguir las reglas.

**Primera regla: con poco dinero, no sueñes con grandes ganancias.**
Antes, con unos pocos miles quería pillar subidas del 30%, y siempre acababa fuera por el ruido del mercado. Esta vez cambié la estrategia: con un capital de 680 U, me limité a rascar entre un 6% y un 12% de cada movimiento. ¿Parece poco? Pero el interés compuesto hace maravillas. Ir sumando poco a poco es mucho más fiable que jugárselo todo de una vez.

**Segunda regla: si el mercado está confuso, mejor pasar de largo.**
Muchos se emocionan en cuanto ven moverse las velas, pero ahora solo entro cuando tengo las cosas claras. ¿Tendencia poco nítida? No entro. ¿Demasiado ruido de noticias? Espero. Suena sencillo, pero pocos lo aplican de verdad: en este mercado, suelen ganar los que más paciencia tienen.

**Tercera regla: ni persigas subidas ni busques el suelo.**
Nunca apuesto por el máximo ni el mínimo; solo aprovecho ese tramo intermedio, cuando otros dudan y yo entro en la zona estable. Cuando todo sube, observo. Si se desploma, espero a que se estabilice. Pillar el ritmo adecuado es mil veces más importante que acertar el extremo.

Estas tres reglas son tópicos de siempre, pero el mercado es así: la mayoría lo sabe pero no lo aplica; los pocos que sí lo hacen, sobreviven. Ahora mi cuenta sigue creciendo y pienso seguir fiel a este método, a ver hasta dónde puedo llegar.