El dinero se ha esfumado con la liquidación, pero la experiencia sube directamente un 200%.
En el mundo cripto, una liquidación parece que hace desaparecer tus activos, pero en realidad lo que sube es: las emociones, la experiencia y el respeto por el apalancamiento. Aquella vez que me liquidaron fue una escena épica: solo quería aprovechar una pequeña tendencia, y de repente el mercado me regaló un “giro total con caída en cascada”.
Me quedé mirando la pantalla en silencio durante 5 segundos, y después vi que solo me quedaba 1,50 en el saldo. En ese instante lo comprendí profundamente: lo único que siempre se gana en el cripto es el ticket de la montaña rusa emocional. Pero mirando atrás, la liquidación es en realidad parte del crecimiento. Me enseñó a no encariñarme con las posiciones, a no ir all-in, y mucho menos a creerme el rey del cripto. Cuando lo compartí en Gate Plaza, descubrí que cada uno tiene su propio estilo al ser liquidado: unos por operar en contra de la tendencia, otros por las mechas repetidas, e incluso hay quien se olvida de poner el stop-loss... Me reí tanto que lo tomé como terapia psicológica. Lo que has perdido es tu “inmunidad”; cada liquidación es un proceso de mejora; lo que superas, se convierte en tu fondo de felicidad.
Lo más reconfortante de Gate Plaza es que: perder dinero deja de ser una tragedia y se convierte en material para bromear.
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#我的币圈搞笑瞬间,
El dinero se ha esfumado con la liquidación, pero la experiencia sube directamente un 200%.
En el mundo cripto, una liquidación parece que hace desaparecer tus activos, pero en realidad lo que sube es: las emociones, la experiencia y el respeto por el apalancamiento. Aquella vez que me liquidaron fue una escena épica: solo quería aprovechar una pequeña tendencia, y de repente el mercado me regaló un “giro total con caída en cascada”.
Me quedé mirando la pantalla en silencio durante 5 segundos, y después vi que solo me quedaba 1,50 en el saldo. En ese instante lo comprendí profundamente: lo único que siempre se gana en el cripto es el ticket de la montaña rusa emocional.
Pero mirando atrás, la liquidación es en realidad parte del crecimiento. Me enseñó a no encariñarme con las posiciones, a no ir all-in, y mucho menos a creerme el rey del cripto. Cuando lo compartí en Gate Plaza, descubrí que cada uno tiene su propio estilo al ser liquidado: unos por operar en contra de la tendencia, otros por las mechas repetidas, e incluso hay quien se olvida de poner el stop-loss... Me reí tanto que lo tomé como terapia psicológica.
Lo que has perdido es tu “inmunidad”; cada liquidación es un proceso de mejora; lo que superas, se convierte en tu fondo de felicidad.
Lo más reconfortante de Gate Plaza es que: perder dinero deja de ser una tragedia y se convierte en material para bromear.